El humorista Fredy Villarreal fue internado en terapia intensiva el viernes pasado por complicaciones en el cuadro de coronavirus que contrajo. En un primer momento, se mostró positivo en redes sociales, pero las cosas cambiaron con el transcurrir de los días, ya que comenzó a faltarle el aire.
Afortunadamente, la salud del humorista mejoró en las últimas horas y le bajaron la cantidad de oxígeno que le proveían por máscara, lo que le permitió ser trasladado a una sala común. Freddy subió un video a su Instagram para relatar lo que sintió en estos momentos tan particulares.
“Primero supe que estabas amenazante. Luego lanzaste toda tu furia de fuego para ver con qué podías vulnerarme, y te hice frente con hidalguía. Empezaste a quemarlo todo alrededor, mientras corría a refugiarme herido, atacado y cansado, salvando lo que tenía a mi alcance. Hasta que tuve que esconderme de tu frenética destrucción, feroz con quien te desafía”, comienza el actor.
“Pero en un momento, me perdiste de vista. Tirado en el piso, desnudo y en el piso caliente, vi cómo destruiste todo. Como quemaste todo, sin ver porque tus llamas enceguecidas no dejan de jactarte de tu frenética destrucción. Solo querías ver a quién ganabas y no lo que ganabas. Tan bajo me siento haber caído, tan en el fondo, desbastado, que el solo hecho de pensar en no caer más, me eleva”.
“Entonces, es ahora donde pienso cuánto más de pie me encuentro. Sí, mirame dónde estoy. Allí, donde todo está roto, mi pulmón guarda un aliento. Allí estoy, en el piso, donde ese poquito de oxígeno que me queda, le da fuerza a mi pecho y a cada rincón de mi cuerpo. A cada tendón, para que se tense y se estire, y pueda ponerme de rodillas una vez más, sobre las frías cenizas que han quedado”
“Me levanto, construyo y vuelvo a crecer de a poco, a donde no me puedas encontrar de nuevo y negociar con mis propias sombras. Alzo los escombros de mi cuerpo de nuevo, que de seguro tomarán otra vez sus formas y forjar una nueva estructura”, reflexionó.
Y concluyó: “Porque perdería la posibilidad de acertar o de simplemente fallar, cualquiera de las dos es el camino para ganar. Creo que sólo Dios sabrá si alguien debe ganar estabatalla. Porque quizás para él sólo sea suficiente saber que el mal existe, pero que una fuerza divina lo puede contener. Aquí estaré entonces, nunca perdiéndote de vista, siempre preparado para demostrarte a lo que puedo llegar, si fuera necesario. Vamos hoy, vamos hoy, un poco más. Aprendí que la mayor altura se tiene, en la menos caída posible. Eso te elevará para siempre. Aquí estoy, desde la cima… las llamas se alejaron. Para mis hijos este mensaje, y para todos los que aprendan a vivir con fuerza. COVID 2020. Hay esperanza”.
Fuente: TN