La lección de anatomía es la obra más representada en la historia del teatro argentino con casi 9.000 funciones, ostentando el récord de permanecer en cartel durante 36 años de manera ininterrumpida, porque ni siquiera fue levantada durante los gobiernos militares. La obra creada por el dramaturgo Carlos Mathus, regresa a San Juan (se presentó hace unos 19 años en el Teatro Sarmiento) este viernes. Su director, Antonio Leiva, fue actor de la obra desde el estreno en 1972 hasta 2008, que además de en Argentina salió de gira por Latinoamérica y Europa. También hubo versiones en Venezuela, Brasil y Chile que Leiva dirigió. En 2017, después de la muerte de Mathus, y como un homenaje a él, estrenaron la reposición. 

La lección trata del ser humano, la sociedad, el miedo a la muerte, la soledad, las frustraciones y otras problemáticas universales más, pero sin dudas lo que la hizo también destacarse es que una escena donde todo el elenco queda completamente desnudo. 

"Estoy contento de llevar La lección de vuelta a San Juan, es como un homenaje a Carlos y a sus padres, que eran sanjuaninos, de Albardón", contó a DIARIO DE CUYO Leiva, quien además fue compañero de vida de Mathus durante 48 años.

-¿Cómo fue pasar de ser actor a director de la misma obra?
-Muy fuerte, aunque no tanto porque yo ya había hecho la dirección y reposición de la obra, había dirigido la obra en Caracas, en Chile, había hecho otro montaje del que había hecho Carlos, hice dos montajes en Brasil. 

Hice unas 9.000 mil funciones en 36 años así que imagínese lo que viajé, adquiría un background… de toda maneras hay que estar preparado para dirigirla, cada palabra que se dice, no tergiversar el texto que escribió Carlos, sino respetarlo y trasladarlo a hoy. Los modismos de hoy no son los mismos de los 70, los 80 o los 90… tenemos otro tipo de comunicación, ahora la gente mira más el teléfono que a las personas. Lo que más me llama la atención de la obra es cómo él tuvo la visión de en una hora cuarenta pasar revista a todos los conflictos que aborda el ser humano; esto es lo increíble. Y no es un obra desesperanzada, el final es esperanzador. Ese ese el secreto, más que el desnudo, que la obra es esperanzadora. 

-¿Esa universalidad es lo que la hace perdurar?
-Sí, que la hace vigente hoy y en otros países. Porque las situaciones son casi iguales, en países del primer mundo, la gente respondía de un modo increíble, no conociendo el idioma, porque era un festival de teatro y la gente parecía que entendían la obra. El mensaje llega. Esta cosa no verbal del cuerpo, el físico es la que va contando la historia. Ahora que hablan del teatro físico… esto se hacía en el año 72.

-¿Es distinto llevar a escena un desnudo en los 70 que ahora?
-El desnudo es más perturbador hoy que en los ’70. En el 70 estábamos viviendo un momento bisagra en lo social y político en la Argentina. Nosotros arremetíamos con todo con nuestras ideas, con el desnudo y todo, no nos importaba lo que pudiera pasar. Hoy es perturbador, porque hoy los jóvenes tienen cierto miedito al desnudo; ¿qué persona se atreve a pararse desnudo frente a un espejo y ver que todo el cuerpo humano es el continente donde está su contenido? 

-¿Qué es para los actores La lección?
-La lección para los actores jóvenes y los que pasaron, ha sido un semillero de actores, muchos son muy famosos, tanto aquí como en Chile y Brasil. Eran actores jóvenes, que veían el futuro y hacer La lección era como pasar un examen, hacer la tesis para seguir trabajando. Yo trabajé con muchos de ellos.

-¿Cómo modifica al actor esta obra?
-Lo modifica desde la óptica de hacer teatro. La lección exige una concentración, un trabajo físico e intelectual… el actor tiene que estar compenetrado, no puede decir su letra y seguir como si nada pasara, es un ensamble. Es como mezclar el ballet y el teatro, todo junto. No se pueden desconcentrar un segundo. 

-¿Qué es para usted esta obra?
-Para mí es la plenitud del trabajo del actor. Yo con La lección de anatomía pude tener un teatro, pude ejercer mi profesión, vivir de mi profesión… pude hacer conocer la obra a muchos lugares, armar elencos, ayudar a que los actores crezcan; absorber tanto de Carlos como de los actores. Yo lamento que ya no me da el físico para hacer la obra, acabo de cumplir 71 años. No sé si sufro más estando abajo que si lo hiciese arriba. 

-¿Se siente el custodio de la obra de Mathus?
-Sí, me siento el custodio porque con él trabajé 48 años. Me siento responsable, porque amo esta obra, porque amo el trabajo que hice con él. 

EL DATO

  • La lección de anatomía. De Carlos Mathus. Viernes 20 de septiembre, a las 21 en Sala Z (Pedro Echagüe 475 o). Entrada anticipadas en el IOPPS: $400. El día función $600. Estudiantes y jubilados: $300.