Miembro de la Federación Internacional de Música Coral (IFCM), presidente del Comité Permanente de Actividades Internacionales de la American Choral Directors Association (ACDA) y director del Programa de Intercambio Internacional de Conductores de esa institución; T. J. Harper es el presidente del jurado honorario de Tesoros del Mundo Coral, la 1ra edición del San Juan Canta virtual que culmina hoy, a las 20 hs, en el canal oficial de Youtube del festival organizado por el coro Arturo Beruti dirigido por María Elina Mayorga. El maestro colabora con las propuestas de la maestra sanjuanina desde 2014, con visitas presenciales a la provincia, que incluyeron degustaciones de gastronomía típica de la que se hizo admirador. En esta oportunidad, hizo su presentación en el encuentro modo online a causa de la pandemia.
Su notable trayectoria incluye el título de Doctor en Artes Musicales de la Universidad del Sur de California; la Maestría en Artes en Dirección Coral de la Universidad Estatal de California, Northridge y la Licenciatura en Artes y Dirección Coral de la Universidad Estatal de California; entre otros logros. Y además es director de actividades corales y jefe de Departamento de Música de Loyola Marymount University. Con toda esa experiencia y prestigio en el ambiente, conversó con DIARIO DE CUYO sobre el presente y futuro de la disciplina, muy afectada por la pandemia en todo el mundo.
– Las medidas de aislamiento social impactaron en todos los sectores de la sociedad. ¿Cómo fue especialmente en la actividad coral?
– El covid cerró todos los ensayos y presentaciones de música coral en todo el mundo. Todas las actividades se trasladaron a plataformas como Zoom y conferencias pregrabadas.
– ¿Cómo se adaptaron?
– Las presentaciones fueron limitadas y el coro virtual experimentó un fuerte aumento en el mundo. En mi universidad, Loyola Marymount University, invertimos en una nueva tecnología llamada Jacktrip que permitió a miles de kilómetros de distancia cantar juntos en tiempo real.
– ¿Cuáles son las sensaciones y emociones por las que pasó como director, y también las de los coreutas, durante este tiempo de pandemia?
– Las emociones han sido muy difíciles para los directores y cantantes. Por definición, el arte coral es una actividad grupal donde la comunidad está en el centro de lo que hacemos. Solemos compartir nuestra música en tiempo real y frente al público. La pandemia eliminó estas posibilidades. Hubo momentos en que muchos se sintieron desesperados y derrotados, por eso me sorprendió tanto la capacidad de músicos corales como María Elina Mayorga para luchar contra esto y continuar creando oportunidades artísticas.
– ¿Se perdieron formaciones?
– Algunas hicieron una pausa o detuvieron las actividades el año pasado, pero sorprendentemente muy pocas se perdieron o cerraron por completo. Hubo un esfuerzo concertado para mantener a nuestras comunidades conectadas, la música coral es vital para nuestra vida. Descubrimos que Youtube y las reuniones de video en línea son un camino estratégico para avanzar en la educación y los estándares de desempeño tanto como sea posible.
– ¿Los cantantes sufrieron el proceso de encierro y esto de cantar desde casa?
– Esto creó enormes desafíos, ya que la situación en el hogar de cada persona es diferente, al igual que el acceso a una conectividad a Internet confiable, lo que también creó nuevos retos para los miembros de la familia que también intentaban participar en el aprendizaje en línea en la misma casa, o incluso en la misma habitación, a veces. Esto afectó la moral y la actitud general.
– ¿Cómo continúan en esta "nueva normalidad"?
– La mayoría de los coros se vieron obligados a reevaluar los ensayos y las actuaciones. Gran parte de las prácticas se acortaron, con más tiempo para los descansos. Y, algunos grupos pudieron reunirse en pequeños números con máscaras. Otras formaciones también pudieron hacer conciertos transmitidos en vivo cuando el acceso para el público era limitado o no permitido.
– ¿Hubo regreso a conciertos en vivo para los coros en Estados Unidos?
– Este sigue siendo un desafío. En áreas más remotas o rurales, el regreso en vivo comenzó a principios de año; pero en grandes ciudades como Nueva York y Los Ángeles comenzará en agosto de 2021. Los protocolos son desafiantes e incluyen distanciamiento, uso de máscaras, hipervigilancia en la desinfección, así como un número limitado de personas y períodos de tiempo para reuniones. Con cada día que pasa, parece haber más esperanzas de que podamos volver a la normalidad en 2022.
– ¿Qué pasa con los coros en lugares donde todavía están esperando ensayar y cantar, fuera de Estados Unidos?
– Sólo unos pocos países pudieron volver a algún nivel de normalidad como Corea del Sur, Taiwán y China. Esto sólo es posible desde que cerraron por completo sus fronteras internacionales y hacen cumplir las leyes de cuarentena extrema. Pero cuando ocurre un nuevo brote, todo se detiene y permanece cerrado hasta que los funcionarios de salud confirman que es seguro reunirse nuevamente.
– ¿Cuál sería su mensaje para todos los coreutas?
– Mi mensaje sería que todos tengan esperanza en el futuro. Hubo un maravilloso aumento en el aprecio y la participación de los coros. Creo que se debe a que la crisis ayudó a las personas a reenfocarse en los aspectos de sus vidas que tienen más significado, como la familia, la comunidad, la conexión emocional con las personas que cuidamos y con lo que nos ayuda a sentirnos más humanos y seguros.
La grilla clausura
Arrancará a las 20, el cierre será en el canal oficial de San Juan Canta de Youtube con los videos del Estudio Coral de Buenos Aires, el Orfeón Santiago (Cuba), el Coro de Cámara Comunicantus (Sao Paulo, Brasil), el Moran Singer Ensemble (Beit Yitzhak, Israel), Polifónica Chamber Choir (Minsk, Bielorrusia), Coral Nacional Simón Bolívar (Caracas, Venezuela), Ellerhein Girls’ Choir (Tallinnn, Estonia) y Coro Intermezzo (San José, Costa Rica). Acceso gratis.

