No se sabe si hoy la pantalla de Canal 13 hará arder a Troya, pero al menos sí a la Argentina. Justamente cuando el golpeado Telefe trata de sacar ventaja con el segundo capítulo de la telenovela Caín y Abel; Marcelo Tinelli resucita el Baile del caño, la excusa perfecta bajo la cual Showatch exhibirá una buena dosis de curvas y sensualidad, para el sofoco de la audiencia (y del rating, por supuesto).
Al compás de esculturales figuras, donde la excentricidad está en quien luce más centímetros de piel al desnudo; esta disciplina llegó al Bailando 2007 y se quedó ¿para siempre? Pero, este año, el "vale todo" del caño no es para cualquiera, razón por la cual antes de arrancar ya se registraron varias bajas. Una de ellas, es Juanita Repetto, en cuyo puesto estará Mónica Farro que tiene "calle" en este rubro y perfila topless. La otra que sale es Belén Francese, y en su lugar irá Erika Mitdank, la rubia ¿ex? novia de Ricardo Fort actuará como segunda suplente, ya que la autora de las arrimas suplanta a su vez a Evangelina Anderson.
Fantasías de alto voltaje saltarán a la pista con personajes y situaciones dignas para el ratoneo. Entre ellos, Flavio Mendoza será un reptil; Jéssica Cirio, una sensual extraterrestre; Sofía Pachano, un varón con sorpresas; Matías Alé será un obrero metalúrgico; Virginia Gallardo aparecerá con un strip al borde del semidesnudo, personificando una felina; Andrea Ghidone será la Jane de Tarzán; y Érika Mitdank, la Eva de Adán. En tanto, la tímida Paula Chaves sorprenderá con su destape y las osadas Silvina Escudero y Amalia Granata pondrán toda su carne en el asador.
¡Clink caja!
Girando, resbalando o trepando a una fauna de vedettes, el caño dio momentos memorables al Bailando en cuanto a cifras, como la performance de Gustavo Guillén con la travesti Abigail en 2007, que le dio el más alto rendimiento con 41 puntos de rating.
Pero el también llamado Pole Dance tuvo su costo. Como sucedió con el intrépido cuadro de Nazarena Vélez, también en 2007; que pese a sus picos de 40 unidades, le jugó en contra con el Comfer que sancionó al canal porque había menores en el estudio. Más allá de todo, lo cierto es que el caño sigue alimentando al voraz circo tinelliano.

