Telefe Noticias difundió anoche un informe bajo el nombre de "Maradona, el enemigo en casa". De esta forma, el noticiero conducido por Rodolfo Barili y Cristina Pérez puso al aire nuevos audios que forman parte de la investigación judicial para esclarecer la causa del deceso de Diego Maradona. El nombre de Carlos Ibañez es uno de los que más se repiten como parte del delicado entramado que tenía el entorno del Diez. Y ahora se sumó el de Rocío Oliva, prima del hombre que funcionaba como "mano derecha" del astro futbolístico.
En uno de los audios se lo puede escuchar a Nicolás Taffarel, el kinesiólogo de Diego, donde habla con el médico Leopoldo Luque y lanza fuertes acusaciones contra Charly y la última novia del ex futbolista. "Victor (Stinfale) y Matías (Morla) me pidieron que lo cuidara en que no estuviera mamado todo el día. Que lo hicieran reír, que le hablaran boludeces, que hicieron algo… Cuando yo empecé a ir a la casa estaba todo el día mamado y después entendí el por qué", comienza diceindo.
"Rocío se tenía que ir a la tarde, entonces metía a alguien para que lo mamara y ahí ella podía irse hasta la noche en que se despertaba. Ese juego fue el que inculcó la mina a todos sus discípulos y hoy en día a Carlitos. Pero cuando Carlitos no estaba, iba José, el padrastro de Rocío. Y así", confiesa el profesional.
En otro de los audios difundidos por el noticiero, Taffarel hace referencia al consumo de droga que habría tenido Diego durante el último tiempo. "Leo, ahí corté con Victor y le dije que vos querías renunciar porque no te ibas a hacer cargo. ‘¿Y quién es el que la da la falopa?’, me dice. ‘¿El primo de Rocío? El boludito ese’. Sí, ese. Aparte a conveniencia de quién está ahí. ‘De nadie’, me dice. ‘Si nadie se quiere hacer cargo’, me dijo. Así que el pibe irá a seguir y bueno… nada", afirma en otro de los mensajes. "Diego cuando no está Charly es una persona y cuando está es otra", se lo escucha decir.
Recordemos que los fiscales están evaluando la posibilidad de cambiar la caratula a homicidio con dolo eventual, que va desde ocho a 25 años de prisión, y le apuntarán a todo el entorno, no solo a los médicos y enfermeros, según explicó durante el informe el periodista Mauro Szeta.