Abajo de las pasarelas y lejos de la moda -su ruedo habitual-, la sanjuanina Soledad Tassi aceptó subirse a Dualidad, un proyecto cinematográfico independiente, realizado por el mendocino Javier Correa, que tendrá su avant premier mañana a las 21.45 en el Holiday Cinemas, con entrada libre y gratuita. Esta es la segunda oportunidad con la que este cineasta hace pie en San Juan (la primera vez fue con Parejas al límite, que integraba la ex soberana del Sol Natalia Pelleritti) y a mediados de año tendrá la tercera, con el estreno de Bhiper Dumas, un policial donde Soledad también será de la partida junto a otras bellezas nativas, entre ellas Maira Márquez, que también ocupó el trono de la máxima celebración local hasta febrero de este año.
En este film, Tassi le pone el cuerpo a Ana Laura, una mujer que huye de las garras de su marido. El hombre en cuestión es un militar golpeador personificado por su coterráneo Gabriel Licciardi.
Acompañada de su madre, se refugia en un valle buscando olvidar los golpes de su pareja. En su nueva estancia, se hace llamar Julia y pronto se enamora de Nicolás, rol a cargo de Mirko Ruggiero, otro mendocino que pasó de la fotografía profesional a triunfar en la TV de México, donde participó en un capítulo de la recreación azteca de Los Simuladores. En el film, él personifica a un hombre ambicioso que se presta a los caprichos sexuales de la poderosa empresaria para la que trabaja, a cambio de dinero.
"Con Nicolás quiero formar una familia y tener hijos, pero él piensa en hacerse rico", adelanta Soledad a DIARIO DE CUYO, antes de lo que será su debut artístico, porque como reconoce "nunca actué, ni siquiera en la escuela".
El relato adquiere mayor tensión dramática cuando el pasado golpea la puerta de Julia. Es su marido, que quiere recobrar lo que le pertenece.
"Es una historia fuerte, se trata de un triángulo amoroso en el que cada personaje tiene su lado bueno y su lado malo, de ahí el nombre de la película", agrega la flamante actriz que se tomó muy a pecho su trabajo y se sometió a golpes "de verdad" en la ficción para recrear las escenas de violencia con realismo.
"No queríamos que después esos cuadros se notaran muy armados y el director nos dio vía libre. No trabajamos con un guión sino que él nos decía la idea y nosotros la actuábamos poniendo lo que nos salía de adentro", destaca Tassi sobre este film que se desarrolla en una hora y 10 minutos y se filmó íntegramente en Potrerillos, dando luz a esta narración donde el amor esconde dos facetas.

