Para celebrar el cierre de la temporada 2023, el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson presentó nuevas exposiciones, entre las cuales están "Cartografía Cuyana" (en Sala 1) y "Colección y heterotopía" (en Sala 2). En la Sala 3 y el subsuelo -un hecho inédito en la historia del concurso- estará la selección del Premio Franklin Rawson a las Artes Visuales con la curaduría de Berny Garay Pringles. Las producciones premiadas de este año son de las artistas Mariana Olivares por el cuadro "Libertad, Igualdad y Capital" y Silvina Martínez por la instalación "Envoltorios"; mientras que las menciones especiales, fueron para Nicolás Domínguez Nacif, Carlos Gutiérrez, Carlos Montenegro y Agostina Furió Dalmonego. En charla con DIARIO DE CUYO, Mariana Olivares, docente e investigadora, explicó el fundamento de su propuesta que fue integrada a la Colección Permanente del MPBA-FR. Su trabajo es una estampa serigrafiada que muestra una intervención a la frase original de la Revolución Francesa de 1789 "Libertad, Igualdad y Fraternidad", donde la palabra "fraternidad" es reemplazada por "capital". Para la autora, es un planteo conceptual de deconstrucción y decolonial: "En la mayoría de los países que se autodenominan como Primer Mundo, se autopostulan que defienden los Derechos Humanos, pero son países provocaron derramamientos de sangre atroces. Como Francia, que invadió y colonizó Argelia y enseñó cómo torturar a las Fuerzas Armadas en las dictaduras militares en Latinoamérica. Lo que planteo es hasta qué punto esa igualdad y libertad dependen del capital que se tenga", dijo Olivares al apelar al arte gráfico de la pancarta o panfleto político.
Por su parte, Silvina Martínez planteó en su instalación "Envoltorios", la violencia de género y social como temática inicial. "Es una serie de guiñapos sobre vidas arrebatadas", dijo la artista plástica. Con materiales textiles de desecho, tejió a mano cuerpos envueltos que tienen como metáfora las muertes violentas. Son 6 piezas que tienen como referencia a los fardos funerarios de culturas originarias americanas. "Se ven cuerpos ultrajados, sujetados, tirados al suelo. Es un llamado a la conciencia de una sociedad que mira para otro lado y responde con indiferencia. Es una puesta del dolor y del horror que nos sucede. Pero la obra no deja de ser abierta a otras interpretaciones en relación a otras realidades como la gente que vive en la calle, a la pobreza y la desigualdad", señaló Martínez.
El jurado del concurso calificó de acuerdo a criterios técnicos, estéticos y sobre todo, conceptuales. Emanuel Rúiz, director de la institución afirmó al respecto: "El jurado evaluó el potencial discursivo de la pieza a la hora de ser incorporada al patrimonio provincial que debe poner en discusión y en diálogo con el resto de la colección del museo. Son relatos contemporáneos que generarán nuevos disparadores", remarcó.