Varios son los estrenos 2019 muy esperados por los cinéfilos, pero hay uno que por sus características ha generado una expectativa más grande que las orejas de Dumbo. Es exactamente ese, Dumbo. El tierno elefantito creado por Disney regresa hoy, a casi 78 años de su debut en la gran pantalla, para cautivar a las nuevas generaciones y a los nostálgicos. Con tanto tiempo transcurrido desde aquella versión animada de bajo presupuesto -una cinta de una hora cuyo éxito salvó a la empresa de los avatares económicos originados por la 2da Guerra Mundial-, era lógico que las cosas no iban a ser como antes. La tecnología aplicada a la industria cinematográfica es uno de los cambios más obvios que experimenta el entrañable personaje, ahora recreado con ordenador (CGI); pero también hay una vuelta de tuerca en cuanto al abordaje. Esta remake de acción real -donde la burla que sufre Dumbo por ser "distinto" se convierte en "bullyng" y en la que la cámara se adentra más en los humanos que lo rodean- cuenta con la personalísima mirada de Tim Burton, gran creador de atmósferas mágicas. Dice la crítica que el también realizador de Alicia en el país de las maravillas, Charly y la fábrica de chocolate y El cadáver de la novia, entre otras, logró transformar al famoso paquidermo en una de sus criaturas. Y lo celebran.
La historia -ahora de 112 minutos- es conocida. El propietario de un circo, Max Medici, recluta a la ex estrella Holt Farrier y a sus hijos Milly y Joe, para cuidar a Dumbo, cuyas orejas demasiado grandes parecen ridículas y son objeto de sorna. Pero un día descubren que esas orejas hacen que puede volar y el circo se recupera gracias a esa curiosidad, atrayendo a un oscuro empresario que lo recluta para Dreamland, su nueva aventura de entretenimiento.
Con Colin Farrel, Michael Keaton y Danny DeVito en el reparto, el nuevo Dumbo de Walt Disney promete volar muy alto. Habrá que ver hasta dónde llega.