Ayer a la madrugada, San Juan sumó una chance más en la Final del Pre Cosquín: Tal como lo hicieron La nueva vertiente (conjunto vocal) y Anabel Molina (solista de folclore) el día anterior, Diego Villegas -en el rubro solista vocal masculino- pudo conquistar con su voz y su presencia al jurado, que volverá a evaluarlo entre el 14 y el 15 de enero, en la última ronda del certamen para nuevos valores. Será esa la instancia decisiva donde se determinará si alguno de los tres -o todos- podrá alcanzar el sueño de actuar en el Festival Nacional de Folclore de Cosquín, que comenzará a rodar el 21 de enero.
"¿La verdad? Espectacular", fue lo primero que atinó a decir Diego a DIARIO DE CUYO -donde también trabaja-, mientras viajaba en el colectivo que lo traía de vuelta a sus pagos, junto al resto de la delegación comandada por Eduardo Oro. Es que todo fue maravilloso para el combo, cuya mayoría jamás había pisado el Atahualpa Yupanqui, incluido Diego.
"Fue una cosa bellísima, en ese momento era increíble, teníamos muchas ganas de subir y cantar lo nuestro. En ningún momento tuvimos nervios, era como si estuviéramos tocando en San Juan. La verdad es que disfrutamos al máximo ese momento. Y por suerte el jurado notó esa soltura, tanto de los músicos como la mía", explicó el cantor, quien sobre las 2 de la madrugada de ayer subió a entonar una chaya del Chango Rodríguez (elegida por ellos) y la cueca Corazón de Saúl Quiroga (a pedido del jurado).
"Llegado el momento del veredicto, cuando dijeron nuestro nombre y número, el 34, se me cruzaron mis hijos, mis padres y todo el sacrificio que hicimos para estar allí. Inolvidable también el grito de la gente que nos siguió", se explayó el artista que -pase lo que pase en la Final- ya fue invitado para tocar en las peñas coscoínas. "Yo sólo quiero decir gracias a todos mis amigos y familiares, que todo el tiempo mandaban mensajes de aliento. Queda un paso y nos tenemos mucha fe", agregó Diego.