Cínicos, tramposos, perversos, adorables… así son los personajes de El cuento de las comadrejas, que hoy ve la luz en estreno nacional con la firma de Juan José Campanella en la dirección. Se trata de una versión de la comedia negra de José Martínez Suárez, Los muchachos de antes no usaban arsénico, que en 1976 rodaron Mecha Ortíz, Narciso Ibáñez Menta y Bárbara Mujica y que al decir de los especialistas, se convirtió en una película de culto. Esta vez son otros cuatro grandes los que le dan vida a los personajes de la historia: Graciela Borges, Oscar Martínez, Luis Brandoni y Marcos Mundstok (Les Luthiers), quienes encarnan respectivamente a Mara Ordaz, una bella estrella de la época dorada del cine; Norberto Imbert, un actor en el ocaso de su vida; Pedro De Córdova, marido postrado de Mara, viejo director; y Martín Saravia, un escritor cinematográfico frustrado. Lejos de la actualidad y de los laureles, todos conviven hace cuatro décadas en una señorial casona, escenario de vínculos cargados de ironías y hasta de crueldad por momentos, pero que al final es funcional a sus vidas. El nudo de la historia toma cuerpo con la llegada de dos jóvenes interesados en hacer con la casa un negocio inmobiliario, Francisco Gourmand (Nicolás Francella) y Bárbara Otamendi (Clara Lago). Considerados como una amenaza, como los intrusos que pueden poner su mundo en peligro, el particular cuarteto hará lo imposible por conservar esa realidad paralela que han creado en la mansión. Una suerte de batalla generacional (no tan marcada en el original).
"Detrás de cámara, cuando estábamos en rodaje, sabíamos que estábamos frente a una selección única", señaló Juan José Campanella en la presentación de la película, en referencia al reparto y al guión -que él mismo adaptó- de la historia.