Mozarteum San Juan presenta mañana en el Auditorio Juan Victoria una nueva gala junto a destacados invitados, como el pianista Leonardo Pittella y el director Miguel Pineda Záccara, que conducirá también a la Orquesta Sinfónica de la UNSJ en una gran noche que incluirá la Danza ritual del fuego, De Manuel de Falla; Capricho español, de Rimsky Korsakov y el Concierto N°1 para piano, de Franz Liszt.
Pittella atrae la atención por ser dueño de una trayectoria notable con tan sólo 26 años. Viene de una gira por Italia con presentaciones y de recibir el primer Premio Pianístico y Segundo Premio del Concurso Dunu Lipatti, que suma a su lista de galardones. Él, reconoció a DIARIO DE CUYO, no le quita importancia a los premios, pero confiesa que al menos en este caso, le sirvió para entablar nuevas relaciones colaborativas.
Nacido en Mendoza, formado en Italia, alumno de grandes maestros nacionales-entre los que están Bruno Gelber y Daniel Rivera-, Pittella actuará por segunda vez en el Auditorio. Siendo un niño encontró su vocación en el piano. "Empecé con tecladito y después me compraron un piano vertical y ahí fue impresionante. Siempre me encontré en este instrumento. Tuve suerte porque estudié el instrumento que hoy elegiría de vuelta" compartió el destacado instrumentista que tiene un gran desempeño como gestor cultural y social. Es fundador de la Fundación Pianoforte, destinada a la enseñanza de diversos instrumentos musicales y canto, surgida en diciembre de 2020; que apunta además a conseguir el posicionamiento de carreras de artistas de diversos géneros, con una fuerte impronta y atención en la música académica y además abrió una sede oficial de la Asociación Mozart Italia. También fundó junto a Camila Tula Egea el Teatro Pianoforte en el auditorio de la Escuela Hogar N°8448 de dicho espacio con la finalidad llevar a cabo actividades de índole social y artístico junto a su comunidad escolar; además programan un ciclo de conciertos en el Teatro Independencia donde trabajan junto a organizaciones que hacen actividades solidarias y la semana pasada debutó la Orquesta Sinfónica Pianoforte, que Pittella motorizó junto a grupo de colegas.
Pittella reconoció que no pensaba que transitaría el camino que hizo. "No me lo imaginaba. Aunque desde los 18 a los 22 tuve una etapa de búsqueda no dejé de hacer conciertos, pero me hacía muchas preguntas. Todo después se ordenó. Me considero un humanista. Desde la música trabajo para el bienestar del ser humano. Cuando estudiaba obras como las de Liszt o la 5° Sinfonía de Beethoven notaba que son obras que te transportan, toda esa emoción me disparó pensamientos trascendentales. La respuesta que obtuve es que la música es una herramienta, no un fin. No vivo para la música, no vivo para la carrera, lo hago a través de eso, para lograr un fin mayor; que el bienestar de las personas, motivar a personas para generar proyectos" aseguró y agregó: "La música tiene esas emociones trascendentales, sentir esas emociones dan ganas de proyectar una vida llena de significado".
Podría haberse quedado en Europa, pero le tira mucho Mendoza. "Los proyectos que estamos haciendo tienen un trabajo regional. Nuestro objetivo es trabajar para que estos proyectos se consoliden, generen un impacto y llevarlo a otros lugares", dijo.
Aún con una extensa experiencia en la música académica decidió participar -y ganó- en el Pre Cosquín, con obras populares. "La música es un lenguaje universal, me da igual si es folclore, si es clásica, si es música electrónica… Con un amigo DJ hemos hecho una fiesta electrónica donde también toqué el piano, me gusta dar ese mensaje también. Un muy buen piano de cola o una sala con buena acústica, o una orquesta maravillosa, dan una experiencia musical, pero también lo puede dar un sistema de sonido increíble con un productor haciendo electrónica. Creo que son experiencias diferentes pero el piano puede estar en todas, los músicos podemos estar en todas", resumió el músico que aseguró que elige bien sus participaciones. "Busco proyectos que sean genuinos y en lo que yo esté conectado. Esa es mi identidad, más que el género busco autenticidad. Si hago folclore, quiero sentirme conectado con eso, no hacerlo porque "soy amplio", sino no lo hago".
Para Pittella su carrera recién está empezando. "Este último viaje a Italia y mi relación con la Asociación Mozart es el inicio de algo muy importante. La vida laboral de alguien, y lo digo con humildad, tiene que estar basada no en lo competitivo sino en lo colaborativo. A veces se piensa que para ganar más plata hay competir porque sino el otro te saca el puesto. Esa mentalidad se da muchísimo en la música y está en general en todas las profesiones. Yo no creo en eso, sino que creo que el mercado funciona de manera colaborativa, cuanto más te conectas con la gente que hace lo mismo que vos, más crecen todos", cerró el joven pianista.
EL DATO
Función: Mañana 16, 21.30, Auditorio Juan Victoria. Entrada general $ 3.000, menores de 30 años $1.600. En oficina de Mozarteum de 9.00 a 12.30 y en boletería de la sala.