por Leonardo Muro

La llegada del nuevo milenio parecía haber dictaminado el final de Def Leppard. La banda británica comenzó un camino en franco descenso, parecía que esa caída no encontraba su final, y para no dejar de publicar discos comenzaron a lanzar álbumes en vivo, discos con rarezas, Lados B, no uno, muchos, demasiados. Entraron en una etapa de lanzamientos para justificar nuevas giras. A esto se sumó que la industria de la música cambió por completo, la manera de consumir música ya no es la de los 80s o 90s, los artistas nuevos ya no piensan en términos de álbumes porque las audiencias no están dispuestas a esperar un año o dos para escuchar nuevo material, el consumo es voraz, veloz, altamente demandante y totalmente efímero. Las nuevas audiencias no quieren discos, quieren canciones, quieren hits pegadizos, y los quieren ya, ahora, en este momento, como pacmans de la música. Esto era demasiado para una banda de glam rock que trataba de encontrar un nuevo lugar coqueteando con el pop y con un mercado que cambiaba vertiginosamente.

2015 fue el año en el que parecían volver a encontrarse, publicaron el disco “Euphoria” y con él comenzaban a despertar de un coma que había durado demasiado tiempo.

Pandemia de por medio estuvieron dos años preparando nuevo material y ahora es el turno de “Diamond Star Halos”, una producción que en razón de la verdad hace honor a su nombre. Si bien la duración de un disco y su calidad no tienen nada que ver, en el caso de “Diamond Star Halos” y con 61 minutos de duración, estamos hablando de su segundo disco más largo desde “Hysteria” de 1987 (Animal, Love Bites, Hysteria, Pour Some Sugar On Me, Armageddon It) y su mejor disco en 30 años, desde que en 1992 publicaran “Adrenalyze” (Let’s Get Rocked, Make Love Like A Man, Have You Evere Needed Someone Some Bad) .

En “Diamond Star Halos”, el orden de las canciones está pensado para la edición en 2 discos de vinilo, 3 lados de 4 canciones y el último con 3 pistas. Cada cara de los vinilos comienzan con rocks que mantienen el ritmo arriba y la última canción cambia el ambiente.

El Lado A del primer vinilo comienza con tres rocks que sudan toda la impronta clásica leppardiana en los riffs, los coros y los solos, se trata de “Take What You Want”, “Kick” y “Fire It Up”, respectivamente, los tres tienen inevitablemente destino de estadios. El cierre de esta cara cuenta con la primera colaboración de la genial Alison Krauss en “This Guitar”, una canción en donde las voces de Krauss y Joe Elliot logran una armónica combinación mientras cuentan la historia de alguien que es salvado por la música, más precisamente por una guitarra.

El Lado B arranca con la fuerza de “SOS Emergency”, para luego dar paso a “Liquid Dust” y “U Rok Mi”, dos pistas unidas por el ritmo, un recurso utilizado muchas veces, quizás el ejemplo más recordado es el de INXS cuando lo usó en el disco “Kick” (1987) con sus hits “Need You Tonight” y “Mediate”. Para cerrar el primer vinilo Def Leppard eligió “Goodbye For Good This Time”, una hermosa balada con arreglo de cuerdas y un invitado de lujo, Mike Garson, quien fuera tecladista ni más ni menos que de David Bowie.

Lado C arranca liviano con “All We Need” y luego el ambiente se espesa al ritmo machacoso de “Open Your Eyes” para luego volver a subir con “Gimmie A Kiss”, otra con futuro de estadios. El quiebre de ritmo para el cierre de esta tercera cara llega con “Angels (Can’t Help You Now)” y una nueva participación de Mike Garson.

Lado D, el último del álbum, arranca con “Lifeless”, la segunda colaboración de Alison Krauss. “Lifeless” empieza con un efecto que suena similar a cuando uno mantiene detenida con la mano la bandeja del vinilo, de repente la suelta y el disco comienza a sonar. Luego el pulso aumenta cerca del final con el ritmo de “Unbreakable”.

El material de “Diamond Star Halos” fue escrito casi en su totalidad por Joe Elliot (voz) y Phil Collen (guitarra), salvo la última canción que fue compuesta en su totalidad por el bajista Rick Savage, estoy hablando de la épica “From Here To Eternity”.

La espera fue larga, muy larga, eterna diría, pero finalmente terminó, Def Leppard está de regreso, sonando como en sus mejores épocas, brillando, destilando energía y emoción. Su nuevo material está a la altura de sus grandes éxitos de hace 30 o 40 años y esto es fundamental a la hora de armar las playlist de las giras. Quienes tuvimos la suerte de ver a Def Leppard en vivo en sus mejores momentos, pudimos comprobar lo explosivos que son sus shows. Estas nuevas canciones combinadas con sus grandes clásicos en una misma noche sobre un mismo escenario va a ser un lujo para no perderse.

Def Leppard despertó del coma, está mejor que nunca y “Diamond Star Halos” es su mejor prueba.