Considerado el "Padre de la alta costura argentina", Gino Bogani se encuentra en la provincia supervisando la costura de los trajes que se lucirán en El Cascanueces, el ballet dirigido por Lidia Segni que estrena mañana en el Teatro del Bicentenario y se repondrá el viernes y el sábado próximos.  

El reconocido diseñador arribó el lunes a la noche y ayer conoció el flamante coliseo sanjuanino. Además, llevó a cabo una breve recorrida por la ciudad, antes de sumergirse en su tarea de seguir personalmente la adaptación del vestuario que creó para el Teatro Colón, coproductor de esta propuesta; al mismo, lo realizó en sólo 14 días con los artesanos de la lujosa sala porteña, usando lentejuelas, canutillos, mostacillas, piedras, tules, gasas, sedas y bordados a mano, entre otras cosas. 

Experto cibernauta, Gino confesó a DIARIO DE CUYO lo primero que hizo al pisar el complejo y observar sus jardines. "Cuando llegué y vi el edificio, escribí en mi instagram: ‘Magnífico el teatro. Dubai no, San Juan’. ¡Es que es increíble!", mencionó con la cortesía que lo caracteriza, este maestro de la moda, que como no podía ser de otra manera, se presentó con un look casual minuciosamente escogido, que combinó a la perfección tonos azules y marrones. 

"¡Estoy feliz! No venía desde hace 40 años…", recordó, remontándose al desfile de modas que hizo en San Juan a beneficio de los damnificados por el terremoto de 1977, como relató días atrás a este medio. 

Bogani está abocado a su trabajo para que no quede nada librado al azar: "Hay que seguir reacondicionando algunas cosas y si hace falta, yo mismo agarro la aguja", expresó con elegante simpatía. Sin embargo, como permanecerá para ser parte de los ensayos y de las tres galas de la puesta, el modisto señaló que en el tiempo libre se dedicará a conocer. Es que, en un principio, él regresaba a Buenos Aires el viernes, debido a que tenía pendiente la terminación del vestido de novia de una clienta, pero como hizo la prueba y quedó perfecto, se pudo dar el gusto de extender su visita. 

"Ya conocí la Difunta Correa aquella vez que vine; ahora, quiero ir a la Catedral, a la Casa Natal de Sarmiento y hacer algo más, si dan los tiempos", mencionó encantado por su vuelta.