Aplaudido por la sensibilidad con la que abordó temas cotidianos como la amistad, el amor, la patria, la esperanza y la vida; consagrado como el "gran cantautor de las cosas simples", el argentino Alberto Cortez que aterrizó en varias ocasiones en San Juan (ver aparte), murió ayer a los 79 años y su pérdida conmovió a colegas, admiradores y políticos latinoamericanos. Una capilla ardiente se instalará desde hoy en la sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), de la que era socio desde 1966 con 438 obras registradas.

El artista, cuyo deceso ocurrió en el Hospital Universitario HM Puerta del Sur de Móstoles (Madrid) a causa de una úlcera gástrica, fue miembro de la influyente generación de cantautores de los ’60 y ’70. 

Pese a su edad, la voz de clásicos como Castillos en el aire, Callejero, A partir de mañana y No soy de aquí ni soy de allá, no había dejado los escenarios, tenía previstos shows y un disco. "Canto porque no tengo otro remedio", declaró hace 5 años sobre su resistencia a jubilarse y tras superar el ACV que sufrió en 1996 en Mar del Plata por lo que fue operado por una obstrucción de carótida.

El artista nació en 1940 con el nombre de José Alberto García Gallo en Rancul (La Pampa) que ayer colgó la bandera a media asta y donde él escribió su primer tema Un cigarrillo, la lluvia y tú, a los 12 años. Fue a los 20 cuando se embarcó rumbo a Europa, grabando su primer disco Welcome to the Latin Club (1961) y más de 40 trabajos.

Tras su paso por Bélgica -donde conoció a su esposa, la pintora Renée Gevaert con quien no tuvo hijos-, se afincó en España, donde en 1967 protagonizó un concierto sin micrófonos en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, fundamental en su carrera. En los ’80, aterrizó en EEUU donde llegó hasta el Carnegie Hall de Nueva York. En 1992 celebró las bodas de plata con la canción en el Teatro Colón y en 1994 presentó Lo Cortez no quita lo Cabral con su amigo Facundo Cabral, con quien grabó 4 placas y cuyo asesinato en 2011 representó un duro impacto para él, como lo fue el fallecimiento de su padre para quien escribió Cuando un amigo se va, convertido en himno de despedidas que, esta vez, el mundo de la música entona en su último adiós.

 

 

 

Algunos de sus conciertos en San Juan. En 1999, Cortez arribó al Teatro Sarmiento con Cortezías y Cabralidades junto a Facundo Cabral (a la izq.), en 2001 regresó junto a Los Andariegos y en 2005 (a la der.) actuó en Hugo presentando su disco Identidad.