El domingo próximo, los peques y en realidad las familias, tendrán una cita para compartir un buen momento en el Teatro Sarmiento. Canción va, charla viene, Canticuénticos subirá al escenario Juan Carlos Abraham para desgranar desde allí una seguidilla de canciones propias, entretenidas y profundas, al compás de ritmos folclóricos argentinos y latinoamericanos. Una propuesta con la que el combo santafesino conquistó el país y traspasó sus fronteras.
"Vamos a llevar nuestro espectáculo nuevo, con canciones del sexto disco que estamos grabando, también algunas del quinto y, bueno, otras más conocidas que hicieron que la gente conozca e identifique al grupo. Es un espectáculo dirigido a toda la familia", ratificó Daniel Bianchi, en diálogo con DIARIO DE CUYO.
– Más de 15 años de trayectoria, 5 discos circulando, cientos de shows, premios… ¿Sienten que Canticuénticos ya está consolidado dentro de la música infantil argentina y latinoamericana?
– Y, es un poco lo que la gente nos va diciendo y un poco lo que encontramos cuando vamos tocando, porque todo el tiempo gente nueva se va acercando y quienes ya nos conocen siguen llevando a sus chicos, lo que nos llena de alegría. Nos pasa de ir a lugares por primera vez y la gente conoce nuestras canciones, canta con nosotros… Nos pasó hace muy poquito en México, que estuvimos por primera vez. Por una de esas mágicas y misteriosas razones, nuestra música llegó hasta allá, así que es disfrutar esto que sigue creciendo todo el tiempo y donde ponemos toda nuestra energía, tratando de hacer el espectáculo cada vez mejor, sacando nuevas canciones…
– Los ritmos folclóricos y sus letras, muchas profundas, son un sello que han sostenido con el pasar de los años…
– Sí, es una de las decisiones que tomamos desde el primer momento. Empezamos con los ritmos folclóricos de nuestra región, el Litoral, y de ahí nos ampliamos a la Argentina y a Latinoamérica. Es la música que nos identifica, que nos permite hablar sobre las temáticas que nos interesan, que nos representa, usar las palabras como las usamos nosotros, tener nuestros personajes, paisajes… La música hace de cuna para que nuestro mensaje se pueda desarrollar. Hay letras que son momentos divertidos para bailar, para cantar, algunas interactivas para jugar; y hay otras más reflexivas, que tratan temáticas más profundas… Esa es la tónica de lo que hacemos, incluyendo en el espectáculo a los adultos, para que sea un momento verdaderamente en familia. Nos gusta que la música sea nexo entre generaciones, es un poco la idea que nos mueve.
– Desde que comenzaron hasta hoy ha habido fuertes cambios socioculturales ¿Repercutió de algún modo en el grupo?
– Creo que sí, porque el arte nunca está al margen de lo que pasa en la sociedad, sobre todo porque creemos en el arte comprometido, en un arte que represente lo que se vive en la calle, lo que piensa la gente común. Después creemos que hay cuestiones que son inevitables, que antes no se hablaban y que es muy bueno que se estén hablando, que tienen que ver con reivindicaciones de grupos minoritarios, con inclusión, todo el tiempo, lo más posible, a todo el mundo, para que nadie quede afuera ni de una manifestación artística, ni de la educación… En ese sentido, creo que sin habérnoslo propuesto abiertamente, todo eso está en las canciones de Canticuénticos.
– ¿Se puede hablar de todo con los chicos?
– Creo que los chicos son seres curiosos, sensibles, inteligentes, muy críticos y están llegando a un mundo que está armado con reglas que a veces no entienden. Es nuestra obligación como adultos llevarlos de la mano y acompañarlos para que sean adultos comprometidos con estos cambios, con mejorar las sociedades… Creemos casi obligatorio ayudarlos a participar de este contexto que nos toca vivir.
– A la par tenés un boom de plataformas, portales, redes sociales y demás, a los que acceden chicos cada vez más chicos, que los bombardean con todo tipo de asuntos…
– Creo que la tecnología en sí no es un monstruo con el que hay que pelear, es el uso de la tecnología por determinados grupos o humanos lo que sí se debe cuestionar. No son las redes, sino el mal uso de esas redes, que pueden comunicar mensajes muy buenos o nocivos. También como adultos tenemos que enseñarles a hacer una lectura crítica, es una pelea que hacen mucho los docentes también. De nuestro lado, usamos mucho las redes, difundimos nuestra música, creamos contenido multimedia, porque es un lenguaje muy a la mano de los chicos, pero siempre cuidando el contenido, el mensaje…
– Cuando se habla de grupos musicales infantiles, los asocian más al estilo de María Elena Walsh, por ejemplo; lejos del cliché de lo que se supone debe ser un show infantil…
– Para mí es un orgullo que se vincule nuestro trabajo al de María Elena, a quien considero un referente desde mi infancia, yo fui criado escuchando ese tipo de música. Sí hay propuestas que atentan contra ese espíritu, yo soy papá de niños chiquitos y me pasa cuando vamos a algún cumpleaños, por ejemplo, que los chicos en los peloteros bailan reguetón o temas que los invitan a moverse de manera sensual o poco acorde a la edad, cosa que esconde un gran peligro. La infancia es un período muy corto y creo que no hay que instalar ahí cosas que no son propias de su edad. También hay novelitas donde los niños se ponen de novios, se besan, se pelean… Sí estamos en una postura antagónica a eso, creemos que el espíritu de la niñez va por otro lado. La mayoría de nosotros somos padres y docentes, así que con el mismo cuidado y cariño que tratamos a nuestros chicos y alumnos queremos hacerlo con nuestro público. Respetar a los niños, respetar sus tiempos, es lo que nos mueve a hacer lo que hacemos con Canticuénticos.
– Muchas veces los adultos ni saben qué consumen sus niños. O sí, pero…
– Hay que cuidar la exposición de los niños a determinados mensajes y los adultos somos el primer filtro de lo que los chicos consumen en sus casas. A veces en el mismo fragor de la vida no cuidamos algunas cosas y se toma muy a la liviana lo que los chicos consumen.
– ¿Ese respeto del que hablaste es el faro que los mantiene en el camino?
– Sin dudas, totalmente. Estamos convencidos de lo que elegimos hacer y lo queremos llevar adelante. Y el mismo público nos carga una energía muy linda con sus devoluciones, cosa que nos gratifica y también es una responsabilidad. Nos hace ver que el camino que elegimos era necesario y lo sigue siendo y siempre lo va a ser.
El dato
Canticuénticos. Domingo 28 de mayo, a las 16hs. en el Teatro Sarmiento (Alem 34 norte). Entradas $4.000, 3.500 y 3.000, en boletería y en www.entradaweb.com.ar