El bombo y los platillos no tuvieron descanso. Y en el repiqueteo, la onda contagiosa y ‘mágica’ de la Catalina llevó a cientos de sanjuaninos, niños y adultos, a la calle Durazno en Montevideo. Fueron dos jornadas inolvidables para los murgueros locales que tuvieron un tête à tête con el famoso combo charrúa, que llegó a la provincia para dar un taller de capacitación y también a presentar su show Un día de julio, anoche en el Teatro Municipal de Capital.
El primer cara a cara, el intercambio -como les gusta más decir- tuvo lugar en el Centro Cultural Amadeo Conte Grand, adonde asistieron más de 300 personas, integrantes de murgas de los barrios del Gran San Juan. La experiencia no cumplió con la clásica formalidad de uno que da cátedra y otro que escucha para aprender. Más bien, fue todo lo contrario. El feedback con la troupe uruguaya resultó natural, un ida y vuelta espontáneo con los mismos códigos y el mismo lenguaje. Los hermanos Yamandú y Tabaré Cardozo -al frente de Agarrate Catalina- fueron llevando las riendas del encuentro con demostración de las canciones que estructuran un espectáculo de murga, como la Presentación, la Couplé, la Crítica y la Retirada. También repasaron los orígenes del género, las raíces culturales del candombe, el candombeado y la ‘marcha camión’, estilos típicos y rituales que contienen los espectáculos de uruguayos y hasta la función de los instrumentos en el show, entre otros secretos del género.
El mate (de porongo) y el termo fueron los compañeros inseparables para todos. Y el mejor momento fue cuando todos se mezclaron, sin distinción alguna. La guitarra de Tabaré daba las indicaciones y los percusionistas hacían las bases, mientras que el resto, conformó un coro inmenso de murguistas cantando las couplés. Después, los murguistas sanjuaninos, ejerciendo el rol de anfitriones, les rindieron homenaje a la banda uruguaya, una forma de retribuir atenciones y como para que se sintieran en casa. Pero la fiesta no terminó allí, porque como era de esperar, se extendió al teatro, anoche.
‘Realismo mágico a nuestra medida’, como definen, ‘Un día de Julio’ habla de un genio, con un coeficiente intelectual desmesurado, que también es un idealista, un revolucionario que quiere cambiar el mundo, pero que nunca salió de su casa desde que fue parido en el living. Quiere desarrollar su actividad revolucionaria, que conoce, pero desconoce el exterior. Cuando una vecina deja al descubierto por las redes sociales la vida de Julio, él pasa a ser objeto de estudio del mundo y se vuelve famoso sin salir de su casa.
Es un espectáculo caricaturesco, similar a todo show murguero, pero… ‘Como no está diseñado como show de murga para concurso, nos permite zafar de mandamientos formales y tácitos’, aclaró Yamandú; que calificó a lo que vieron los sanjuaninos ayer como ‘el show más experimental’ de la Catalina. ‘Nos metimos con cosas que no permite el género puro, en cuanto a planteos estéticos, como incorporar rock con guitarras distorsionadas; son escenas que sólo tienen dramaturgia desde lo sonoro. Metimos recursos audiovisuales y hasta cambiamos el límite de duración. Creo que este show definirá un camino por donde continuaremos. Sin dejar de ser murga, porque es lo que amamos ser, nos tomaremos más libertad para patear las fronteras hacia adelante lo más que podamos’, se explayó en charla con DIARIO DE CUYO el artista uruguayo, que confesó estar feliz por su regreso a estos pagos: ‘Estar de gira es nuestro estado más lindo, donde uno entiende qué es lo que hacemos. Vivimos de esto, no sólo laburamos. Si no hacemos murga, nos secamos. Es nuestra manera de vivir. Lo que pasamos aquí fue impresionante porque uno siente que está presente. La gente de San Juan nos quiere mucho y eso nos pone muy contentos’.
