
En la foto, es Blanca quien posa su palma en la cara de Benjamín Vicuña. Y sonríe, mientras la mirada de su papá se carga de melancolía, de transparencia y pesadez. Fue tomada hace unos años, pero simboliza lo que el actor enfrenta desde aquel trágico sábado 8 de septiembre de 2012, cuando partió Blanca: Benjamín debe buscar en su hija la fortaleza para seguir adelante.
Y es su niña quien parece consolarlo.
Esa imagen lo resume todo. No casualmente Vicuña la eligió para postearla en Instagram este viernes, al cumplirse cinco años de la muerte de la hija que tuvo con Pampita Ardohain. Lo acompañó con el fragmento de un poema del escritor trasandino Cristián Warnken. "Palabras prestadas para mi niña de los arcoíris", escribió Benjamín a modo de preámbulo.

