En plena pandemia, imposibilitado para viajar y dar su concierto correspondiente en el Teatro del Bicentenario, Silas Bassa ofreció, en su lugar, una transmisión desde casa en París, por medio de su cuenta de Facebook el año pasado. Tras esa experiencia, vista y replicada en miles de usuarios por las redes sociales, el virtuoso pianista santafesino mantuvo la esperanza de que pronto podría encontrarse con el público local y, además, conocer físicamente el escenario del complejo cultural, junto al Auditorio Victoria, los más icónicos de la provincia. Y finalmente, su deseo y su promesa se harán realidad. El próximo 4 de diciembre, Bassa dará su concierto de piano para cerrar la temporada anual del TB. El músico, intérprete y compositor ofrecerá un espectáculo sonoro y audiovisual inédito en San Juan, que incluirá en su repertorio temas creados por él y ciertas obras de compositores contemporáneos a los que rendirá un homenaje por haber sido una fuerte influencia en su carrera artística, como Erik Satie, Philip Glass y Carlos Guastavino. En comunicación directa con DIARIO DE CUYO, el protagonista se mostró ansioso porque después de muchos intentos, finalmente se dan las condiciones para venir: "Fue mucha la espera y esto tendrá mucho más incentivo por todo lo que se estuvo viviendo", señaló el pianista que hace 20 años está radicado en París.
"La gente se abre más a nuevas músicas y a no encasillarla. Sé que el camino que elegí no es el más fácil y el más rápido, pero es el único que puedo elegir, porque es el mío", Silas Bassa
Bassa tuvo la formación de grandes maestros en la Escuela de Música del Liceo Municipal de Santa Fe, como Marta Ebrecht, Aldo Antognazzi y clases magistrales con Bruno Gelber. Una vez consolidado en Europa, en 2015 publicó su primer álbum, Oscilaciones, y luego Dualidad en 2017. En 2020, lanzó su tercer disco, denominado "Silas" y aquí da rienda suelta a todas sus composiciones, de carácter más intimista y en el que converge la tradición de la música clásica con la innovación de la música contemporánea. Este universo creado por él, se escuchará en gran medida en la velada prevista para diciembre.
"Este trabajo es el resultado de un trabajo con grandes autores y profesores que tuve en mi camino, es un pequeño guiño a ellos, pero también a todo lo que voy creando nuevo, es parte también de mis sentimientos y de mis búsquedas musicales", comentó el pianista.
Silas admitió que en su carrera tuvo un momento de crisis y quiebre, porque no se sentía satisfecho con lo que hacía artísticamente: "Estaba inmerso en las enseñanzas y prácticas de lo clásico. Hasta que descubrí solo autores como Glass y fue un momento crucial, decidí acabar con las clases y hacer mi camino solo. Fue una etapa llena de dudas, pero me nutrí y enriquecí con espectáculos de danza, teatro y el cine, que me ayudó mucho a plantearme otro horizonte. Descubrí compositores de sinfonías de películas que me sentía más identificado, entonces me despegué de lo académico que me limitaba mucho en la expresión, por eso mi idea de conjugar lo visual con la música se hizo muy presente en mí", explicó la génesis de su propuesta que será llevada al TB (ver aparte).
Tal fue el giro que encaró que tuvo ciertas resistencias al principio en el ámbito académico: "En el mundo clásico todavía cuesta aceptar que un pianista pueda ser compositor e intérprete de sus propias composiciones. Concibo a la música libre de todo rótulo y me gusta abrirme a que todo público pueda escucharla, no necesariamente aquel que sea intelectual o conozca la historia de la música", expresó. En su argumentación, Silas planteó que los grandes autores del siglo XIX como Chopin, Schumann o Brahms, atravesaron el mismo problema. Pero en cambio, en el siglo XX, el panorama cambió: "Las luces apuntaban más a la figura del intérprete, pasó a ser la estrella y los compositores contemporáneos quedaron fuera de los programas". Entiende él que es debido a un miedo a "lo desconocido" que puede resultar frente a las nuevas obras, que pueden llegar a ser poco populares. "Mi desafío es ese, superar esta imposición y compartir mi mundo sonoro más allá de lo clásico", afirmó. Sin embargo, no siente ese temor que manifiestan algunos autores actuales de ser olvidados en el tiempo. "Lo importante para mí no es el reconocimiento o el éxito, sino confiar en mí mismo, en hacer lo que siento. Se requiere de tiempo y paciencia. Estoy seguro de eso y lo constato porque la gente se abre más a nuevas músicas y a no encasillarla. Sé que el camino que elegí no es el más fácil y el más rápido, pero es el único que puedo elegir, porque es el mío", manifestó el santafesino y concluyó: "Creo en ser auténtico, independiente y sincero conmigo mismo, eso tiene un precio y acepto pagarlo. Se trata de ser fiel a uno".
Enriquecido por múltiples corrientes culturales y de pensamiento que ofrece París, Silas siente que está en un momento de plena libertad creativa. Pero no deja de reconocer a esos grandes maestros que le dieron inspiración para el camino que emprendió como William Duckworth, Philip Glass, John Adams, Steve Reich, Arvo Part, Zbigniew Preisner, Angelo Badalamenti, Nino Rotta, Michel Legrand, Leonard Bernstein, Wojciech Kilar y Joe Hisaishi, entre otros. Todo este universo interior será compartido con la platea local en el esperado concierto meticulosamente planificado.
DATO
- Silas Bassa. Sábado 4 de diciembre, 21 hs en Sala Principal del TB. Entradas de $400, $600 y $800, en venta, en boletería del teatro de lunes a viernes de 9.30 a 14 hs y de 17 a 20 hs.; sábado 10 a 13.30 hs y dos horas previas a la función. Venta online: www.tuentrada.com.
Espectáculo multisensorial
La propuesta de Silas durará unos 55 minutos. Cada pieza musical tendrá como agregado un juego lumínico y proyección audiovisual que irán de manera sincronizada para crear atmósferas y ambientes sonoros-visuales diferentes. Esta puesta escenográfica, desde lo conceptual, está prevista para crear un contenido más abstracto y sensaciones casi oníricas en un primer acto. En el segundo acto será más narrativo con un hilo conductor acorde a los temas de su autoría. El piano estará ubicado en el centro del escenario y habrá cambios de iluminación, de escenografía y proyección de imágenes digitales que crearán un clima minimalista, con fuerza rítmica, cargada de introspección y contemplación. Habrá escenas de música incidental, con reminiscencias de folclore, clásico y contemporáneo. Esto contará con puesta de equipos técnicos del TB y con amplificadores de sonido especialmente adaptados para el piano de la sala.