El violinista Pablo Grosman cierra el año con sus composiciones subidas a las más importantes plataformas digitales. 12 retratos se llama su primer disco con piezas propias para violín que el concertino de la Camerata San Juan decidió poner en línea después de tenerlo hace tiempo editado en formato físico. Ahora, gracias al convenio con el sello suizo E-musician especializado en música instrumental, el instrumentista subió su disco a Spotify, Amanzon Music, Apple Music y Tidal.
En diálogo con DIARIO DE CUYO, el músico destacó que después del largo proceso que va desde la composición hasta sacar un CD "te das cuenta que tenés mil discos y no sabés qué hacer, porque uno no tiene una distribuidora, no está en el negocio de los discos, las disquerías no existen más, como la gente tampoco va a comprar, porque se fue terminando cuando comenzó la era de las plataformas digitales, así que por eso decidí lanzarlo en plataformas y tiendas virtuales. Es un disco que yo había hecho hace un tiempo y había quedado sin difusión" explicó el músico sobre 12 Retratos que editó en 2013, que presentó en Mendoza y luego lo guardó en un desván.
"La historia de mi vida es eso, poner mucha energía en hacer marchar algunas cuestiones y cuando están marchando no tener el tiempo para darle la difusión o para llegar a quien uno esperaba llegar, en el medio uno se pierde en la vida; mucho de la vida del músico lo marca la agenda, la necesidad de vivir de eso, de hacer de la música tu sustento, por eso este proyecto quedó en el tintero esperando que yo tuviera tiempo de darle alguna difusión" agregó.
Empecé a escribir 12 retratos mucho antes que la partitura. Aparecían momentos en circunstancias y lugares imprevisibles. Muchas veces sensibilizado por el recuerdo de un ser querido, otras por alguna situación personal y también por el deseo de honrar a personas importantes en mi vida", comentó Grosman, que dedicó cada uno de los 12 retratos a esas personas fundamentales, como su "madre, sus hijos, amores y amigos".
El violinista (que se recibió de magíster en la Academia de Música y Danza de Jerusalén-Israel y actualmente dicta clases en el Universidad Nacional de Cuyo de Mendoza), explicó que aunque se trata de un disco que bien puede ser escuchado por el solo goce de la música, "fue concebido para estudiantes de violín, para alumnos y colegas docentes, ya que tiene una temática técnica clara; se ubica en lo que se conoce como los estudios de violín, música escrita a medida del instrumento, desarrollando y poniendo énfasis en aspectos técnicos, para desarrollar destrezas, o dar respuesta a determinadas problemáticas o hasta plantear técnicas novedosas. Yo no inventé nada, porque en violín está todo inventado, es uno de los instrumentos que más bibliografía tiene, simplemente quería proveer al repertorio de violín de unas obras con tinte argentino, cada retrato está escrito en estilo folclórico diferente, hay con aires de zamba, de chacarera, de milonga… Escribí música para violín con un fundamento estético folclórico o popular y se la dediqué a personas importantes para mí" expresó sobre su obra, que finalmente ha sido liberada del formato físico, para viajar a los confines de la Tierra.