FOTOS MAXI HUYEMA
Entre 1890 y 1916, la tercera gran corriente migratoria en la provincia, además de la española y la italiana, fue la libanesa. Durante décadas, con los años posteriores, sus descendientes generaron diversas actividades culturales en el país, entre ellas la literaria. Desde poesía, ensayos, historias familiares, costumbres, tradiciones hasta canciones, política y filosofía, fueron los temas de interés predominantes. San Juan fue históricamente como un punto de referencia importante en la comunidad argentina-libanesa, dada por un fuerte flujo de trabajadores y comerciantes que vinieron desde Oriente, huyendo de crisis económicas y de guerras e invasiones extranjeras, para constituir un nuevo destino en el oeste argentino. En este sentido, el Congreso Internacional de Escritores y Lectores por el Líbano, en su séptima edición, eligió a San Juan como sede. En este encuentro celebrado en el Club Sirio Libanés, hubo voces locales que expresaron cómo la cultura libanesa estuvo también enraizada en la provincia desde la palabra escrita. Muchos coinciden que la referencia literaria sanjuanina, es sin dudas, la figura de Nemer ibn el Barud (o Némer Barud) quien nació en la provincia en 1925, de padres libaneses y que fue escritor, periodista (trabajó en Diario de Cuyo y en Tribuna), docente e investigador universitario. Graciela de la Torre, -hija del célebre poeta sanjuanino, Antonio de la Torre- se asoció con Susana Barud -hija de Némer- para exponer en el congreso, quién fue en vida y cuál fue su obra. Graciela, sostuvo: "Su obra y su pensamiento no se difundió del todo lo suficiente", dijo la licenciada en letras y exdocente, ya jubilada.
Los temas literarios de Barud "salen de los límites del localismo y regionalismo en su poética. No hay espacio y no hay tiempo. Lo que se manifiesta es una sabiduría oriental basado en los textos del Corán, la Biblia, La Torá, lleno de proverbios, frases y refranes. Némer toma todo ese material primario para volcarlo en su poesía pero no lo encerraría como un poeta sanjuanino, sus textos son universales para todos los tiempos. Hay un acercamiento a la espiritualidad. Acude a la sátira, a la ironía para hablar de la política, de la justicia, de las deficiencias del ser humano, desde un lugar de incertidumbre. Son preguntas, más que consejos, sobre lo que todo humano piensa o haya pensado", definió la investigadora. De acuerdo a De la Torre, "su poesía es conceptual, la cual se saca de encima lo superficial para llegar a lo esencial de la realidad. Lamentablemente, ni su producción literaria o la literatura árabe en general se estudió en la carrera de letras de la universidad, entonces es una manera de buscar una valorización de su trabajo como escritor argentino", dijo Graciela. Su títulos más conocidos son "Deolinda correa" (1967); "La tarde" y "La noche" (1976) en español-árabe; "El vuelo de la mariposa" (1977). "La flecha, la paloma y el arquero" (1981); "De reyes y vasallos" (1983). "Manuscritos de la Memoria" (1987) y "La sabiduría esencial" (2004), entre muchos otros. En este sentido Barud, fue el escritor icónico que vehiculizó de una manera la influencia de la cultura libanesa en la producción literaria local de buena parte del siglo XX.