En el marco de un temporal de lluvia y viento que lamentablemente arrasó con la impactante puesta que se había preparado, el viernes por la noche Charly García volvió a la escena argentina y entregó un histórico recital que conmovió a unas 40 mil personas que festejaron su cumpleaños número 58, disfrutaron de sus grandes temas y se sorprendieron con la presencia de Luis Alberto Spinetta (que celebrará 4 décadas de carrera, el 4 de diciembre, en este mismo escenario), con quien Charly compartió una memorable versión de Rezo por vos.
Aunque el clima hizo lo posible por imponerse -la lluvia caía cada vez más intensa a medida que avanzaba el recital- no logró robarle protagonismo a García, quien al grito de "¡Fuera lluvia!", desafió los avatares del mal tiempo y se concentró en su faceta de intérprete, con muy buenos resultados. En ese sentido se destacaron sentidas versiones de Promesas sobre el bidet, Pasajera en trance, No soy un extraño e Influencia.
"Mi música es subacuática", "Siempre que llovió paró" o "Say no more es impermeable", fueron algunas de las frases que el rocker -a quien la gente le cantó el feliz cumpleaños antes de largar- disparó en varios pasajes de la noche, para reírse de una situación que no lo sobrepasó y que terminó siendo un condimento de este reencuentro.
Promediando el show -que se desarrolló sin baches a lo largo de una hora y media-, invitó al escenario a su "ídolo y maestro", según él mismo presentó al Flaco Spinetta, casualmente en el momento en que el temporal había llegado a su apogeo. El estadio explotó y entre pilotos y paraguas la gente bailó bajo el agua al ritmo de Rezo por vos, una bella y significativa canción que compusieron en los ’80 para un disco que no se editó, en la que García canta: "Morí sin morir y me abracé al dolor…"
Unas seis mil personas que habían comprado la entrada decidieron no entrar a la cancha del barrio de Liniers por el mal tiempo, que por otro lado impidió que se montaran las pantallas gigantes y que destruyó la puesta en escena diseñada por Pichón Baldinu, el creador del grupo De la Guarda (con una mujer voladora, una rampa que se elevaba y sobre ella aparecía García y cosas que subían y bajaban durante el show).
La tormenta también llegaba al escenario y por momentos hasta impedía que los músicos tocaran. El más afectado fue el histriónico Fabián "Zorrito" Von Quintiero, cuyos teclados estaban más expuestos a la lluvia.
En el recital, Charly se sostuvo en la ajustadísima banda integrada por los chilenos Kiushe Hayashida (guitarra y coros), Tonio Silva Peña (batería) y Carlos González (bajo) como soporte, a los que sumaron color la guitarra de Carlos García López y la voz y presencia de Hilda Lizarazu, que en muchos pasajes se adueñó del escenario. Con un poncho claro con el que homenajeó a su amiga Mercedes Sosa, con campera de cuero o con un traje negro, este Charly aplacado no desplegó espectacularidad ni se movió con esa explosividad a la que tenía acostumbrado a su público (apenas llegó a subir sus pies sobre el piano). No buscó llamar la atención con nada que no esté ligado a lo que mejor sabe hacer: su música; esa que trasciende en el tiempo por su belleza y su contenido, y que ya forma parte del imaginario colectivo de los argentinos. (Télam, AFP, DyN).

