Inconsciente y aún en estado crítico, pero estable; con una pequeña mejoría (cierto movimiento de los miembros y respiración por propios medios). Así llegó ayer Gustavo Cerati al Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires, a bordo de un avión ejecutivo convertido en ambulancia, acompañado por familiares y médicos. Luego de tres semanas internado en Venezuela tras el ACV que sufrió al concluir un concierto, sobre las 19 horas el ex Soda Stereo fue conducido en ambulancia -y en medio de un estricto operativo de seguridad a cargo de Policía Federal- a la Clínica Fleni de Belgrano, especializada en tratamientos neurológicos, que lucía previsibles fans y trapos de aliento en sus alrededores. Allí se lo evaluará y se presume que, de seguir evolucionando, una vez que sea sacado de cuidados intensivos podría ser trasladado a la sede que el Instituto tiene en Escobar para su rehabilitación, aunque todavía no se sabe cuáles serán las secuelas que le quedarán al guitarrista y los tiempos que demandará su recuperación. Recién hoy al mediodía se dará un parte médico sobre la salud del rocker.

"Todo está bien, el paciente llegó en las mismas condiciones en las que partió. Tuvimos la ayuda de Policía Federal, así que todo fue muy rápido", dijo en una improvisada conferencia de prensa Mauricio Palacqua, vocero de la empresa de seguros médicos encargada del traslado del músico.

Luego de considerar los beneficios que tendría para Gustavo -y el entorno- continuar su lucha en su país, rodeado de sus afectos y sus médicos; y después de considerar que estaba en condiciones de afrontar el viaje, comenzó el raid de repatriación del artista. A las 7 de la mañana de ayer fue llevado en ambulancia desde la Clínica de la Trinidad de Caracas hasta el aeropuerto internacional de Maiquetía Simón Bolívar. Allí fue subido a bordo de la aeroambulancia que tras casi siete horas de viaje finalmente llegó a Argentina.