Celeste González dejó su San Juan natal a los hace diez años para darle un nuevo impulso a su carrera musical en Buenos Aires. Es cantante, compositora y toca la guitarra, el piano y el arpa -actualmente tiene más de 300 temas inscriptos en SADAIC-. Pero… Quedó seleccionada para trabajar en una serie de Playboy en el primer casting al que se presentó y sus planes cambiaron radicalmente. Hasta el día de hoy sigue siendo la figura argentina más destacada del gigante XXX
"Siempre me gustó la sensualidad y la sexualidad. Admiraba mucho a Madonna y no me gustaba la frase ‘si cantás o tocás la guitarra, ¿por qué salís con poca ropa?’ Yo me pregunto qué tiene que ver, si es parte de personalidad’", dice Celeste, a sus 30 años, en esta charla con Teleshow.
Dueña de una personalidad muy divertida y totalmente desinhibida pero también fuerte, se hizo conocida en las redes sociales después de que Barack Obama la empezara a seguir en Twitter: "No sé si me conoció por cómo canto o por mis cantos. En un momento investigué -como hago con todo- y él apoyó mucho la industria XXX, que es muy importante en los Estados Unidos. Sigue a varias actrices pero de Playboy soy la única en el mundo. Si este año me sigue Donald Trump, ya está".
La escuelita de sexo
Participó en muchas series eróticas de Playboy y en el último tiempo se dedicó a su rol como coach sexual de La escuelita de sexo, tanto en la empresa del conejito como en su columna en el ciclo Código Sily, conducido por el Coco Sily en Pop Radio. Con sus llamadas "clasex", brinda tips y sugerencias para educar y disfrutar más de la intimidad. Por supuesto, la diosa sanjuanina lo hace a través de videos muy sexies y didácticos.
—¿Cuál es tu objetivo con "La escuelita del sexo"?
—Educar sexualmente desde el humor, pero no solo para no quedar embarazada o no contagiarse una enfermedad. Hay que educar el placer, que está postergado, y sin poner el énfasis en cómo la gente debe tener sexo, sino en el consentimiento. Una chica puede tener relaciones con una, dos o las personas que sea, solo si está de acuerdo. Si sale de un boliche medio fuera de sí, no sabés si está consciente de lo que hace y en cierta forma te estás aprovechando.
—¿Sos la argentina más longeva en Playboy?
—Sí, estoy hace nueve años. Es un mundo muy lindo y especial. La gente cree que es todo fiesta pero nada más alejado de eso: creo que hay más joda entre los empleados de un supermercado que en esta empresa. Trabajás mucho con tu imagen y tu cuerpo, en muchas oportunidades desnuda, y hay un respeto profundo hacia la mujer. Nunca sufrí acoso ni nada de eso.
—¿Qué significa ser una chica Playboy?
—No es hacer una tapa. Porque hay muchas chicas que hicieron tapas pero no tienen nada que ver con el mundo Playboy. Implica grabar series, entre otras cosas, y participar profundamente en lo que es la marca en sí. Yo tengo tatuado el conejito acá (se señala a un costado del abdomen bajo) porque tengo amor por la marca. He viajado a la mansión, estuve en fiestas de Playboy y conozco la empresa desde adentro, con todo lo que genera hacia afuera.
Desplegando toda su sabiduría en la materia, que adquirió a raíz de sus conocimientos y su experiencia, Celeste derribó mitos sexuales en un imperdible ping pong.
-El tamaño importa. Falso, lo que importa es la sonrisa de la mujer que sostiene tu mano
-Los dos deben llegar al orgasmo a la vez. Falso
-Los hombres disfrutan más de la masturbación que las mujeres. Falso
-Los hombres siempre tienen más ganas. Falso
-Fantasear durante la relación con otra persona durante la relación es malo. ¡Falso!
-Sin coito no hay sexo. Falso
-A cierta edad el sexo pierde importancia. Falso
-Si el hombre no tiene una erección es porque no le gusta su pareja. Esta es la fiesta de los "no"
-Masturbarse hace que disfrutes menos del sexo. ¡No!
-La iniciativa a la hora de la relación la debe tener el hombre. No, ¡falso!
-Es necesario que haya buen sexo para que una pareja prospere. Sí
-Las parejas deben tener relaciones varias veces por semana. Verdadero, en lo posible
-La mujer tiene menos capacidad para llegar al orgasmo que el hombre. Verdadero
-Se puede disfrutar de una relación sexual breve. Verdadero
-Durante el período la mujer no puede quedar embarazada. Falso, depende mucho de la ovulación de la mujer pero no es así
-El preservativo es el método anticonceptivo más efectivo. Falso
-Está bien fingir el orgasmo para que la pareja se sienta bien. ¡No! Es un horror y encima le enseñás a seguir teniendo mal sexo
-Utilizar juguetes sexuales, a la larga, es perjudicial para la pareja. Pésimo, no
-Los alimentos afrodisíacos no sirven. Falso, sí sirven
-Todas las mujeres son multiorgásmicas. Falso, y te faltó alguna consigna sobre el squirt
El sexo, la casa y la escuela
La bella coach de Playboy cuenta que mujeres de hasta 50 años le escriben para contarle que estuvieron toda la vida fingiendo orgasmos: "Esto sucede porque la palabra ‘masturbación’ siempre estuvo prohibida entonces nadie se anima a preguntarle ni al ginecólogo. Si nadie te enseña a preguntar estamos mal, no avanzamos y las parejas, de hecho, no se llevan bien".
"Cuando el placer está postergado, la pareja no funciona. El sexo influye en un porcentaje muy alto, te une. Y lo que no tengo en casa lo busco afuera, esa frase existe. A veces amás mucho a una persona y no tenés química. Pero si educás en el sexo la relación pasa de tener física a tener química y luego historia".
Pero el placer no es la única materia en La escuelita de sexo. El debate sobre el aborto está en boca de todos y Celeste deja en claro que para legalizarla primero es necesario una correcta educación cuando los niños empiezan a tener sus primeras preguntas, alrededor de los cinco años. Para ello, es necesario que los padres estén bien informados.
"La educación debe ser completa, sin censura. Los padres deben recibir a sus hijos sin miedos. Tienen que hablar sobre sexo porque lo que no se aprende en la casa o en la escuela, se aprende en la calle y ese es el primer paso mal dado", explica.
Este es un factor clave para que en el futuro puedan decidir con libertad qué hacer con su cuerpo y, por supuesto, prevenir enfermedades de transmisión sexual: "Hay que dejar de educar a las nenas como si la vagina fuese el templo sagrado del Señor: les tengo que enseñar que pueden tener sexo a determinada edad si lo sienten, y que lo hagan con preservativo y que sean conscientes con quién están teniendo sexo".
Detrás de la coach sexual
Hace seis años se convirtió en madre de Luana, con quien mantiene una relación muy cercana. "En la escuela los papás me dicen que son mis fans. Pero las madres también me quieren mucho, a pesar de que expongo mi cuerpo. Si no transmitís el gato barato, la mujer te va a ver tranquila a un show o a una charla porque saben que no pretendés levantarte al marido y sos respetuosa. Teniendo ciertos códigos podés ser una mujer expuesta y las chicas te siguen igual. Yo apoyo mucho a las mujeres", dice.
—¿Te sentiste discriminada alguna vez por ser conejita de Playboy?
—No, eso nunca me afectó. Al igual que el qué dirán. Mucha gente detrás de una computadora dice mentiras y agravios y le arruinan la vida a muchas personas. Exponerte genera que el otro opine, y no siempre son cosas copadas.
—¿Cómo quedó la relación con el padre de tu nena?
—Yo no creo en eso de "nos separamos en buenos términos". Si te separás es porque está todo mal. Fue difícil porque no soy como el común de las mujeres: me separo y no te molesto, no te llamo y si tenés "chongas" las saludo a todas. A veces no hay que dar vuelta de página, sino cambiar de libro. Cicatrizo rápido. Lo importante es que el más afectado siempre es el menor: la familia tiene que estar unida aunque los padres estén separados. Hay que darle valor al cuidado mental de la criatura, no destruirla desde tan chica. No terminemos siempre en un juzgado. Los niños siempre están primero, ellos son el futuro.
—¿Y ahora estás en pareja?
—Hace cuatro años, se llama Sebastián Rivero, es licenciado en publicidad y se dedica al comercio exterior. Tenemos una familia enlazada naturalmente, es algo hermoso. Él tiene un hijo y con mi nena se lleva fantástico.
—¿Tuvo problemas con tu profesión?
—Al principio, sí. Para qué te voy a mentir. Cuando me conoció me quiso cambiar y eso no es saludable. Durante un mes en mi Instagram solo había fotos de mi cara desde diferentes ángulos. Pero le dije que no iba a cambiar por él ni por nadie, lo que sí iba a hacer es mejorar. Me manejo en un ambiente de hombres, el problema iba a ser el mismo: si me tapo con una túnica siempre alguien se va a enamorar de mis tobillos… Pero me fue aceptando y se fue generando confianza, porque en toda relación la confianza se construye y es mutua.
—¿Has tenido relaciones con gente famosa?
—Sí, pero no los nombro porque jamás me interesó que se me conozca como a un montón de pibas del medio que sacan a relucir en televisión con quiénes estuvieron. No me interesa en absoluto hacer prensa así. Quizás puede surgir a futuro si me convocan al "Bailando" o a un programa así…
—¿Cuándo fue tu primera vez? ¿Tenés un buen recuerdo?
-Fue un desastre. Estuve con mi novio y no sabés bien cómo hacer las cosas y lo único que tenía en mi mente era alguna que otra peli de The Film Zone. Salió lo que salió… No es algo que no me haya gustado, sino que como toda primera experiencia estás expectante y caliente pero para la mujer es muy difícil llegar al orgasmo la primera vez, todavía no sabés las posiciones… El sexo en cierta forma es un laburo que se aprende después de hacerlo varias veces. Fue a los 18 años y recién a los 20 tuve mi primer orgasmo.
—¿Cuál es el límite para vos en la intimidad?
—La violencia o el abuso. En todo acto tiene que haber consenso. Uno puede practicar el sado, por ejemplo, pero siempre tiene que tener un límite, que es lo que el otro o yo no quiero.
—¿La mayor cantidad de tiempo que estuviste sin sexo?
—Dos semanas. No soy una mujer que no tiene sexo.
—¿El lugar más raro?
—No fue muy raro realmente pero una vez, en unos médanos. La adrenalina que me generaba que me vieran… Pero hacer las cosas rápido no se disfruta.
—¿Mayor cantidad de gente con la que tuviste sexo a la vez?
—Con cuatro mujeres. Me gusta mucho estar con un hombre, que es mi pareja, y me gustan las chicas, sexualmente hablando. No me enamoro de una mujer y nunca estuve con más de un hombre a la vez.
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