La íntima relación que unió a la poetisa chilena Gabriela Mistral con la estadounidense Doris Dana salió a la luz con la publicación de la correspondencia que ambas mantuvieron y que fue donada al Gobierno chileno. Cuando la Premio Nobel de Literatura falleció en 1957, su legado pasó a manos de su compañera Doris Dana, 31 años más joven, a la que conoció en Nueva York. Dana falleció a fines de 2006 y su herencia recayó sobre su sobrina, Doris Atkinson, que donó al Gobierno chileno el valioso legado literario, incluidas varias cartas de amor.
Cartas de amor

