Con las caras quemadas, los brazos raspados y la piel reseca, llegaron los 24 representantes del país que fueron parte del reality que mostrará desde adentro la travesía del Cruce Sanmartiniano. Además de esas secuelas físicas más que evidentes, los rostros cansados no pudieron disimular el cansancio y las ganas tremendas de dormir un día entero, pero sus diálogos dejaron lo contrario. "Fue muy duro, nunca imaginé que iba a ser así, a tal punto que dudé en continuar con el viaje. Pero valió la pena seguir porque conseguí un triunfo en mi vida’, dijo Judit Vitores, la participante de Misiones -una de las más conmovidas del grupo-.

Ayer a la siesta, los chicos protagonistas de "24-200-10" arribaron a la provincia y pasaron un día de relax. Esa jornada culminó en el Autódromo de Rivadavia, momento en que fueron a ver el espectáculo final de la Fiesta del Sol.

Desde las primeras horas de hoy, cada uno emprendió el retorno a su provincia, pero ese regreso será especial. "Soy otra persona’, comentó la misionera muy convencida.

Todos coincidieron en que el momento más difícil fue cuando tuvieron que pasar por el Cordón del Espinacito, a unos 4.500 metros de altura. "Sufro de vértigo así es que a mí se me complicó hasta cuando pasamos por la montaña más pequeña. Pero cuando llegamos al pico más alto, casi me muero y no quise mirar para abajo en ningún momento. Y encima de eso, ¡la mula trastabilló!’, contó la entrerriana Cristina Hormahechea.

Claro, esta expedición tuvo la misma rutina, los mismos obstáculos y las mismas emociones que las anteriores (oficiales). Y si bien en las otras también hubo cámaras que filmaron algunos momentos, esta vez las cámaras no tuvieron descanso. "Tuve que pasar noches sin dormir, a unos diez grados bajo cero al lado del río para ver si alguien se levantaba. También me tocó vivir un momento único ya que tuve que dormir junto con las diez chicas para poder captar sus bostezos’, contó Walter Atampi, el "camarógrafo oficial del reality’.

Pese a que cada instante fue registrado, los chicos no estuvieron pendientes de las cámaras. Al contrario, fue tal la desconexión con la realidad, que la mayor parte del tiempo se olvidaron de esas lucecitas rojas.

"La montaña te despoja de todo lo superficial y te saca a la fuerza lo mejor de vos. De lo contrario, no sería posible hacer este cruce’, aclaró Alejo Pais, oriundo de Buenos Aires.

Claro que el recuerdo de San Martín estuvo latente en cada paso que dieron. "Cuando estás ahí te das cuenta de la magnitud real del lugar y de lo que sintió el General en aquella época’, dijo el sanjuanino Sebastián Fuentes.

El anfitrión también destacó uno de los aspectos principales del reto. "Lo llamativo de este reality es que, a diferencia de otros, los 24 terminamos muy unidos. No hubo subgrupos ni peleas importantes’.

Después de este duelo cordillerano, ahora los chicos y el país entero esperan ansiosos las imágenes de este primer documental que está previsto emitirse por algún canal abierto en agosto próximo, el mes del Libertador de América.