Luego de llenar la Ciudad Cultural Konex y mientras se prepara para grabar su sexto álbum, Canticuénticos aterrizará hoy en el Auditorio Juan Victoria, a las 16 hs. La agrupación que entre 2017 y 2019 presentó su espectáculo al aire libre en la Plaza Hipólito Yrigoyen, en esta oportunidad se presentará en el emblemático complejo local en el marco del 4to. festival El Arroyito Cantor, con un abanico de canciones que, con juegos y coreografías, ponen la lupa en los derechos del niño, el bullying y la violencia dentro y fuera de la familia, entre otros temas, en un espectáculo para peques y adultos.
Como una de las fundadoras de la movida que celebra su aniversario Nro. 15 y su principal compositora, Ruth Hillar dialogó con DIARIO DE CUYO sobre el proceso de investigación que lleva a cabo para que los temas, además de inyectar alegría, retraten problemáticas sociales.
"Los temas tienen que ver con los diferentes momentos de la vida y las cuestiones sociales. Al componer trato de dialogar con el mundo, que las canciones nazcan como respuestas a ciertas cuestiones que pienso que atraviesan a las infancias, algunas universales como el juego con el cuerpo en la Cumbia del monstruo; y otras más actuales como Pañuelito blanco, una forma de hablar de la historia que tuvimos, tan difícil de contar sobre los derechos humanos y la apropiación de bebés, que merece ser recordada", subrayó la voz, flauta y acordeón del combo acerca de la importancia de "darse cuenta" que niños y niñas habitan el mismo mundo de los adultos y "es necesario acompañarlos desde el arte y las canciones".
"Ahora hay temas que se pueden hablar y dejan de estar puertas adentro", añadió respecto a los contenidos que abarcan. Tal es el caso del tema "Hay secretos", plasmado en su cuarto disco Por qué, Por qué. "La letra nació tratando de buscar una manera de ayudar a niños que están guardando ese secreto terrible del abuso y el maltrato a que identifiquen cuáles son los secretos livianos que no hacen daño y cuales sí deben contarse para recibir ayuda", manifestó Ruth acerca de la vidala que se escucha en escuelas y jardines implementada "como uno de los recursos de la Educación Sexual Integrada (ESI) a nivel nacional", tal como aclaró.
"Las canciones tienen una fuerte convivencia con la palabra y una gran posibilidad de interpelar a las sociedades cuestionando ciertas cosas", destacó la cantautora respecto al poder de las composiciones que no refieren directamente pero "pueden llegar a quien esta pasando por una situación difícil", como aclaró sobre esa canción que se ha convertido en emblema del grupo.
En este tren y con nuevos desafíos, Canticuénticos también adquirió un fuerte compromiso con la naturaleza, el consumo responsable y la alimentación saludable. "El medio ambiente es un tema urgentísimo que hay que iniciar en las infancias porque son ellos quienes pueden cambiar el mundo, hay que generarles amor y cuidado por la tierra para salvarla, ya que la mirada de nuestras generaciones no alcanza", señaló respecto a otra de las razones que influyen en sus temáticas, algunas de ellas escritas con asesoramiento de profesionales.
"Es muy fuerte y muy bello ver el disfrute en las caras de los chiquitos, algunos de los cuales pasaron casi toda su vida en pandemia. Es tremendo ver esa alegría. Lo podemos ver y gozar desde arriba del escenario. Extrañábamos muchísimo esa energía porque nos nutrimos del vínculo en vivo con los niños y con los grandes. Fue una falta enorme durante la pandemia, si bien pudimos seguir a través de videos generando contenidos y mandando saludos", argumentó Ruth.
Satisfecha por la ruta transitada por Canticuénticos, para Ruth, el camino "fue más rápido de lo que soñamos". "No es que vamos detrás de un sueño sino que el camino nos va llevando", sostuvo la cantante en torno a la trayectoria del combo que entre sus próximos proyectos, contempla llegar a destinos que aún no pisó, como México y España.
"Siempre uno quiere ser cada vez mejor. Es la deuda que tenemos como grupo. Buscamos ver en qué podemos superarnos no por una cuestión de perfeccionismo sólo y vacía, sino para devolverle al público todo el cariño que vemos y recibimos", afirmó en relación al sueño del conjunto que para el sexto título ya tiene 4 canciones, una de las cuales se titula El lorito Teté y se estrenará en sus redes con un audiovisual en plastilina; y otra sin nombre aún, dedicada a las "mapaternindades que pasan por el corazón".
Por otro lado, los integrantes enriquecerán su acervo con una colección nueva de Canticuénticos en cartón, destinada para la primera infancia que en la Feria del libro presentó sus dos primeros volúmenes; y la serie Canticuénticos en canciones, integrada por un libro compuesto por ilustraciones e información, enlaces para leer en QR y descargar música en Mp3 que pronto contendrá toda su discografía, además de continuar con Canticuénticos en papel.
"Canticuénticos es mi manera de estar en el mundo. Es algo que no imaginé que iba a estar haciendo, una experiencia maravillosa que vino a ocupar un lugar que era necesario, reflejando un momento social con ritmos nuestros y latinoamericanos. Es lindo saber que estamos respondiendo a eso", fue la reflexión de la cantante del proyecto que cuenta con 60 canciones y 5 álbumes que hoy subirán a escena en San Juan, como el material del último álbum A cocochito y las infaltables El monstruo de la laguna, El mamboretá y Bate con cucharita, entre otros.
- Nuevo formato
En la actualidad, Canticuénticos se presenta en versión quinteto tras la partida de Daniela Ranallo. "Tenemos la posibilidad de reversionarnos y redistribuir roles. Por suerte, hay una estructura muy armada. Hace 15 años empezamos con Dani un programa de composición que dio por resultado un disco con músicos invitados de Santa Fe y canciones que se conocieron en las escuelas y jardines. Así tuvimos la idea de llevarlas a los escenarios. Crecimos y estuvimos 12 años como sexteto hasta ahora", evocó la compositora acerca de los orígenes y del presente del grupo que se completa con Laura Ibáñez (voz), Gonzalo Carmelé (bajo y coros), Daniel Bianchi (guitarra, charango y coros), Nahuel Ramayo (batería, percusión y coros) junto a Darío Zini (asistente, aerófonos andinos, charango y percusión), con Sebastián Cúneo en producción y el sonidista Javier Escandell.