Trepada en el top de las botineras millonarias, Wanda Nara desató su despiadada lengua para arrasar con lo que se interponga en su camino: las bailarinas de Susana que, supuestamente, se le insinuaron a su marido Maxi López; su hermana Zaira y la familia política. Atenti que va por más…

Utilizando un boxer de Diego Maradona llegó a las puertas de la fama, se calzó las plumas como vedette, participó de Bailando por un sueño y flechó al actual jugador del Sampdoria. Ahora, aterrizó para sembrar la hecatombe en el espectáculo vernáculo.

Primero, se lanzó contra las exbailarinas de Tinelli, aunque las chicas dijeron que actuaron a propósito, después que expresó en el living de ‘Su’ que eran unas ‘hambrientas’. Y luego, atendió a su hermanita, que catalogó a las de su gremio como ‘accesorios’.

‘Si soy el accesorio de Maxi, soy uno bastante cachirulo. Porque estoy súper de entrecasa’, disparó en Intrusos. ¿Por qué tanta cartera Birkin de Hermés, modelitos de Hervé Leger (valuados entre 1.000 y 2.000 dólares), Porsches, Ferraris y Audis y hasta lolas nuevas? En fin…

Mientras acumula objetos, ropa y cash (se dice que cobró 300 mil pesos por estar con Susana), otro escándalo sopla. Se trata del conflicto con los parientes de Maxi, quienes manifestaron que es una ‘vividora’ que lo influyó para que dejara de pasarle los 15 mil pesos que le pasaba mensualmente a su madre.

Que está ‘acostumbrada a que inventen’ y que desea volver a quedar embarazada para darle una hija; es lo que dijo para defenderlo, a punto de reconfirmar los votos por sus 5 años de matrimonio.

Alumna intachable de la escuela de Mariana Nannis, la platinada está de vuelta, para refregarle a las colegas todos sus lujos y derechos adquiridos, por ser ‘la mujer de’ y madre de tres hijos (Constantino, Benedicto y Valentino). Ningún Katrina, a Buenos Aires llegó el huracán Wanda.