Hace 16 años dejó sus afectos y su provincia natal pensando en seguir la carrera de Medicina en Córdoba. A mitad de camino -cuando cursaba sus estudios universitarios-, el destino cambió de rumbo y la llevó a las puertas del 2×4. Es Carolina Bettio, quien vuelve a la provincia, esta vez a presentar Alma de Bohemia, hoy en el Café del Auditorio J. Victoria desde las 23.
Más conocida en el ambiente milonguero como Carolina San Juan, el nombre artístico que le puso El Negro Alvarez (quien casualmente mañana actúa en San Juan) para incluirla dentro de su espectáculo en 2000; desde hace una década, la sanjuanina -que alterna la música con su trabajo de secretaria en una inmobiliaria- es la figura central de El Arrabal, una de las más conocidas tanguerías de la ciudad mediterránea.
Aunque también incursionó en el tango electrónico, terminó prefiriendo el género tradicional para sus presentaciones en escena tanto en su tierra, como Córdoba, Buenos Aires y hasta en Bolivia.
Hoy mientras espera quedar en la grilla de artistas del próximo Festival de Tango de La Falda, sueña. Sueña con grabar, algún día, un segundo disco, y con llevar adelante una gira por el Viejo Continente. "Estoy segura que voy a llegar. Esta carrera es mucho más lenta y te tiene que tocar la suerte. Creo que, en algún momento, la varita va a llegar y me va a tocar a mí", dice la pebeta a la que le gustaría cantar a dúo con Guillermo Fernández y con Raúl Lavié, dos cantantes de la escena nacional que ella admira.
Hoy, haciendo un balance de sus logros, Carolina siente que está más madura para encontrarle otra interpretación más profunda a las letras, porque "el tango no es como el pop donde las estrellas surgen jóvenes, aquí es necesario haber vivido y bastante…".

