Como ley primera, el más aplaudido no era ser el mejor bailarín, sino el que invitara a más personas a lucirse en la pista. Fue así lo esencial de la velada vivida anoche en el salón del Club Sirio Libanés. La tradicional Milonga La Fulana se integró al sistema competitivo de la Segunda Maratón de la Ruta Milonguera y el debut fue excepcional, con una nutrida concurrencia de público. Alrededor de 140 parejas jugaron de manera diferente esa vez, con la intención de tener una mayor rotación de los bailarines (utilizando un mecanismo de cartón con stickers para intercambiar números y de esta manera armar sucesivas parejas de baile); y por consiguiente alcanzando una mayor cantidad de minutos de baile en la sala como objetivo para ganar el juego. La jornada fue exitosa por la convocatoria y por la característica de una diversidad generacional interesante y llamativa. Hubo un cruce etario entre jóvenes y adultos que se daba al momento de iniciar cada ronda de baile. Se bailó muchas piezas de la década de 1930 y 1940, en especial, cuando entró en acción (cerca de la medianoche) La Orquesta Típica Suena a Milonga, dirigida por el cantante Nelson Díaz Filipi. El conjunto tucumano, al cierre de esta edición, brindó un show colorido en vivo, en el que la muchachada presente no quiso perderse la oportunidad de bailar exquisitos repertorios. La milonga duró hasta altas horas de la madrugada. Empezó a ser un boom y una tendencia en aumento, ahora, ya está consolidada como hecho cultural naturalizado en las noches sanjuaninas.
FOTOS MARCOS URISA
La pasión por el tango no se detiene. Cada vez más jóvenes se suman a bailar. Mientras más parejas de baile se formaran, mayores posibilidades había de ganar en la competencia.