Fotos DANIEL ARIAS
Los martes, jueves y sábados, a las 21 hs, cuando el pequeño parlante se activa y los bailarines -noveles y más avanzados- se ubican para aprender y practicar, el bullicio de la plaza principal de Santa Lucía se detiene por un momento y las miradas se dirigen a la esquina noroeste, adonde también empiezan a acercarse algunos curiosos. De pronto, un tangazo explota en la cálida nochecita sanjuanina, y un muchacho alto, delgado y de buen porte empieza a dar indicaciones. Es Federico Heredia, facilitador de los talleres de tango y de folclore de la UNSJ, que durante el año dicta clases en el Rectorado y que -acuerdo mediante con la comuna- se trasladó para hacer prácticas gratuitas y abiertas en el renovado paseo departamental, por un par de semanas (continuarán allí la próxima y luego irán rotando por otras plazas, a confirmar). Hay un grupo que lo sigue desde el Rectorado, otros que se van enterando o están de paso y se suman a esta propuesta distendida y amable, que no pocos disfrutan como si fuera un show, desde sus reposeras. Mientras los más avezados practican a un lado, Federico enseña un par de pasos básicos a los principiantes que les permiten irse largando y disfrutar, incluso marcando solos. Una lo llama de aquí, explica a otro allá y afortunadamente los más avanzados ofician de ayudantes. Aunque las hay -especialmente de tango- no hace falta ir en pareja, porque -protocolo mediante- siempre hay un compañero o compañera para danzar, sobre todo folclore. Es que Heredia va mechando en tandas de tres o cuatro, gatos, cuecas, zambas y chacareras. "Vuelta entera, zapateo y zarandeo" grita desde un rincón. Con zapatillas o tacos, de falda o de joggineta, bailar, se baila. Pero además, se pasa un buen momento que, aunque debería terminar sobre las 23 hs, a veces se extiende hasta la medianoche por el entusiasmo.
"La idea es que la gente vea qué hacemos y se anime. En los talleres del Rectorado son clases más técnicas, ahora es algo más recreativo, exigencias mucho menores y herramientas básicas con las que ya pueden empezar a bailar. Y al ver que pueden hacerlo, se entusiasman. Lo bueno es que no hay límites de edad", apuntó "el profe".
Para los amantes del tango, Rivadavia cuenta con un espacio para bailar. El encuentro se llama "Nochecitas de Milonga" y se lleva a cabo en la Plaza Cívica del Parque de Rivadavia. Las próximas citas para los milongueros son hoy sábado 22 y el sábado 29 de enero, a las 21 hs. La entrada es libre y gratuita, con protocolo.
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ELLOS DICEN
- Moira García (62)
Me fascina porque amo el baile. Hace 17 años que bailo folclore y el año pasado empecé tango. Y me encanta estar acá, porque es un lugar abierto, hermoso. La gente se acerca a mirar, ¡ahora somos el show artístico de la plaza! Yo estoy feliz de la vida, hacemos amigos, nos venimos a desestresar.
- Juan Carlos Páez (73)
Yo hago folclore desde 2018, porque el médico me mandó a hacer algo para que no me quedara quieto; y esto me sirve muchísimo de terapia, además que me encanta el folclore. Yo estoy muy satisfecho y sigo al profe adonde va. Y he visto varias caras nuevas. Estamos al aire libre, cómodos, es muy lindo.
- Virginia Pérez (68)
Para mí el tango es lo más hermoso que puede haber, me encanta. No es como cuando yo bailaba con mi marido, pero lo disfruto muchísimo lo mismo, es como aprender de nuevo. Además vamos alternando con folclore. La gente es agradable, así que paso un buen momento, me distraigo.
- Roberto Manini (67)
Hace 5 años hago el taller y esto es muy bueno para que la gente vea, se entusiasme y se anime a practicarlo. A veces creen que es difícil, pero no, sólo hay que darle continuidad. Todos los días aprendemos algo nuevo. Esto hace que nos unamos para aprender, y pasamos a sociabilizar y a divertirnos.