Buenos Aires, 26 de marzo.-Contrariamente a lo que se dice, el tiempo no pasa igual para todos: para el rock, pasa mucho más rápido. Se sabe que el estilo de vida de un músico estándar, las noches eternas, el alcohol, las drogas, las groupies y el resto de los excesos, si no acaban triste y velozmente con la existencia (conocemos los lamentables casos de todos los integrantes del Club de los 27, por ejemplo), hacen estragos en los vulnerables cuerpos de quienes prefieren morir a parar con esa bola tan hedonista como peligrosa. Pero la mayoría sigue hasta las últimas consecuencias y, rehabilitación o retiro involuntario mediante, logran continuar felices (o no) con sus carreras artísticas durante décadas y décadas y más décadas.

Para marcar la abismal diferencia entre las apariencias de los rockeros más reconocidos a lo largo de la historia cuando surgieron en la escena y sus apariencias actuales, el sitio de la NBC Connecticut armó una galería por momentos shockeante.

De Mick Jagger, Bob Dylan y Bruce Springsteen, a Sinead O´Connor, James Hetfield, Bono y más. Y los abdominales de acero de Iggy Pop como el anti-ejemplo…