Bien espumante. Una gran variedad de tipos de cervezas artesanales para poder elegir y probar. 

 

Espacio amplio, stands de comidas, buena música y una gran variedad de sabores para elegir fueron los componentes combinados para disfrutar una buena noche al aire libre, con la compañía adecuada en la Fiesta de la Cerveza Artesanal. La cuarta edición dio inicio ayer, en el predio de la ex-Bodega Cinzano. Aunque puntualmente las puertas estaban abiertas a la hora 20, tardó bastante el ingreso del público. Lentamente, algunas parejas o grupos de amigos se acomodaban en los juegos de sillones ubicados en el patio cervecero. A medida que pasaban las horas, el fuego de las brasas ponían a punto la punta de espalda en un stand dedicado y en otro, un varón se animaba a pasar por el puesto de barbería y arreglarse el cabello con la idea de tener un look más juvenil. Y en los stands, los más fieles a la tradición cervecera pasaban por los puestos para probar aromas, colores y gustos distintos de cada tipo de cerveza. A partir de las 22, comenzó el primer show de la jornada, el grupo sanjuanino Son en fa abrió con su propuesta de ritmos latinos. Después le tocó el turno a Black Power Pandora, según como se indicó en la grilla anunciada por la organización, junto a los otros grupos Canal 46 y la marplatense Morbo y Mambo. Como así también, la sanjuanina Mamá perfecta, que al cierre de esta edición, fue la telonera del esperado grupo Turf. Alrededor de la 1 de la madrugada, la banda estelar de Leandro Lopatín, Joaquín Levinton, Fernando Caloia, Nicolás Ottavianelli y Carlos Tapia, subió al escenario mayor en el que compartió sus mejores éxitos de rock. En otros sectores del campo, los espectadores más jóvenes pudieron entretenerse más colgándose de la tirolesa o también, se pudo apreciar la exposición de dibujos del grupo Croquiseros de San Juan. Hoy la segunda ronda, también a partir de las 20, más bandas locales y nacionales darán continuidad a la fiesta. El número principal será Los Cafres.

 

Los chicos podían entretenerse colgados de la tirolesa, mientras que otros preferían escuchar a las bandas.
La fiesta también fue una buena excusa para reunirse entre amigos y amigas.