El show central: El Bohurt. Un combate de duelo uno contra uno con armas típicas (espadas y escudos) y armaduras personalizadas. Se disputaban puntajes en tres rounds. Hubo dos facciones Guardianes del Oeste y la Orden del Fuego. Tanto hombres y combatientes mujeres medían sus habilidades en el corral.

El calor de la siesta no daba respiro, pero ellos están acostumbrados al ritual. Cargar con casi 20 kilos de cuero y metal en su cuerpo, es para hombres y mujeres valientes. La adrenalina que se siente al sentir el choque del acero y los gritos de guerra con cada movimiento de ataque, no tiene precio. Porque el honor está en juego, pero también, la superación personal. Así viven con intensidad los aficionados al Bohurt, el deporte del combate medieval. La experiencia de recrear un duelo de caballeros fiel al a la época. Esa química y conexión fue transmitida en la primera feria temática de la Edad Media, denominada Castillos, Espadas y Brebajes. El Centro Cultural Conte Grand, recibió a una multitud de asistentes (al cierre de esta edición los organizadores tenían un cálculo de más de 1.500 espectadores) durante la jornada de ayer sábado. Pero a simple vista, la concurrencia y el interés que despertó la propuesta marcaron la pauta que se trata ya de una forma de entretenimiento con muchos adeptos en la provincia. ¿Por qué es tan fascinante? Así respondieron los protagonistas de este evento, uno de ellos es Matías García, de 32 años, empleado administrativo, pero cuyo alter ego es Halcón Redfield, miembro del Club Los Amos de la Pifia, una de las agrupaciones que co-organizaron junto a La Orden del Fuego, la feria medieval. Vestido con su traje de caballero, Halcón explicó que la conexión que él encontró fue: ‘porque me interno en un mundo fantástico de aventuras que nos sacan de lo cotidiano y rutinaria de la vida moderna. Son los sueños de las historias de gallardía, de luchar contra dragones, de las cosas que leímos en los cuentos de niños o miramos en las películas; la caballerosidad. Se trata del corazón de guerrero, que se debe tener para afrontar los obstáculos de la vida día a día, el honor, la amistad, la unión, esos valores que están un poco devaluados en este mundo actual. En mi caso, es servir al que necesita y crear lazos de compañerismo y hermandad’, dijo el recreacionista al tiempo que compartía sacarse fotos con el público.

Por su parte, Sebastián Diéguez, programador informático de 39 años, estuvo caracterizado como un alto elfo, un personaje mítico vinculado a la literatura fantástica de Tolkien, creador de El Señor de los Anillos, afirmó que: ‘como hay gente que le gusta el motociclismo, a nosotros nos conecta la literatura, las series como Games of Thrones y los juegos de rol, narrativos y colaborativos. Para mí es un orgullo y placer ver la aceptación que va teniendo la cultura medieval y fantástica. Antes éramos marginados como los "loquitos" o los "raros", los "frikis" que nos gusta hacer esto. Pero hoy ya no es visto como algo disociado de la sociedad. Es un entretenimiento aceptado en todas partes’, comentó el referente e impulsor principal de la feria.

 

 El cosplay fue una de las atracciones más difundidas, así como las charlas literarias, las tiendas de cerveza o bebidas tradicionales; y los juegos de tiro al arco, de lanzamiento de herraduras o de los juegos de mesa infaltable fue el ajedrez, las cartas y hasta los que son tendencia como Assassin’s Creed. Más de 1500 personas coparon el predio del Conte Grand.

 

 

 

Jóvenes y adultos disfrutaban de los juegos de tiro al arco.

 

 

También el público pudo participar sintiéndose un caballero, con vestimenta adecuada, podían experimentar un duelo emulado y muy divertido.

FOTOS MARCOS URISA