Este jueves, a los 86 años y en Buenos Aires, falleció Segundo Castro a causa de un paro cardiorrespiratorio. Más conocido como el Chango Sanjuanino, fue un verdadero símbolo del folclore provincial y nacional, que demostró su pasión por la música hasta sus últimos días.
Según informaron desde su entorno, los restos del Chango son velados en Cochería Ferrari, en Lanús Este, mientras que el sepelio será este viernes a las 11 en el cementerio de la misma localidad del Sur bonaerense.
A lo largo de sus 60 años de trayectoria, el Chango cantó junto a Hilario Cuadros, Buenaventura Luna, Julio Argentino Jerez, Atahualpa Yupanqui, Eduardo Falú, Dalmacio Esquivel, Los Chalchaleros, Andrés Chazarreta, Hernán Figueroa Reyes, Hugo Del Carril, Los Fronterizos y Hugo Díaz, a la vez que gravitó en las carreras más que exitosas de Mercedes Sosa, Virginia Luque y Uña Ramos.
Este gran músico comenzó su carrera cuando tenía 14 años, a la vuelta de la fábrica de calzado en la que trabajaba luego de que su familia se trasladara a Buenos Aires tras el terremoto que devastó San Juan, en 1944, y que particularmente se ensañó con la casa que habitaba en Trinidad.
Aquel día, como lo hacía habitualmente, se quedó mirando por una ventana el interior de una casa donde cuatro hombres siempre tocaban la guitarra. "’Che pibe, ¿querés aprender?, me dijeron. Les dije que sí, me enseñaron y tres años después entré a tocar como primera guitarra en Radio Belgrano para acompañar a distintos cantantes, pero de tango", narró.
Pero al poco tiempo, una oferta del compositor de folklore Oscar Vallés lo acercó al rubro que lo atrapó para siempre y encima como primera voz de un grupo. Cinco años más tarde formó su propio conjunto, Los Changos Sanjuaninos, con el que desplegó una carrera brillante hasta fines de los 50.
Con ese grupo actuó en la inauguración de Canal 7 y ya como solista se hizo fuerte en las peñas folklóricas donde en la de Fernando Ochoa, en 1975, conoció a María Marta Torres, una enfermera viuda, madre de dos hijos pequeños, Mercedes y Carlos, que terminaron convirtiéndose en su familia multiplicada en ocho nietos y seis bisnietos.