Luego de casi un año de uñas carcomidas -hábito placentero para fans que reportó 20 puntos de rating promedio-, mañana a las 22.30 se transmitirá por Telefe la ansiada conclusión de Botineras. Y como viene la cosa, ver cómo terminan los villanos y cómo son felices los buenos, será tan atrapante y rupturista como la novela de Dan Brown. Al menos, así lo anticipó Pablo Cullel (la mano derecha de Sebastián Ortega, dueño de Underground).

"Va a ser un final bastante sorpresivo y que nada de lo que se imaginan va a ser como se lo imaginan. La novela no va a terminar de una manera convencional porque nunca lo fue y va a respetar ese código hasta el final", dijo en tono inquietante.

El último capítulo de la ficción protagonizada por Romina Gaetani (Laura), Nicolás Cabré (El Chiqui), Isabel Macedo (Marga), Gonzalo Valenzuela (Nino) y Damián De Santo (Tato Marín) -entre otros-, estaba programada para el jueves 26, pero la señal porteña la adelantó un día. Evidentemente, Underground no quiere ser bocado de Tinelli -Bailando los come en rating todos lo miércoles- y sólo se atreverá a competir con Para vestir Santos -adversario instalado y no menos carnívoro-.

Lo cierto es que todo supone que la camaleonica tira (que comenzó abordando el oscuro background de las botineras con pose naif y derivó en flexiones dark-gay) -ver aparte-, develará los misterios con inusitado efecto asmático. Osea, se perfila a quitar el aliento, agitar las conjeturas y abusar del paf.