Como era previsible, una multitud lo esperaba, niños, jóvenes y adultos, libros y cámaras en mano; aunque el popular octogenario autor no firmó autógrafos ni hizo fotos personales. Sin embargo, se mostró cordial y sonriente, y sus fans pudieron darse el gusto de tenerlo muy cerca. A su ingreso, Quino firmó un mural de Mafalda que habían hecho los chicos de la biblioteca (sólo dibujó la famosa Q) y luego comenzó el acto. El intendente Juan Carlos Gioja le dio la bienvenida y él, desde su silla, dijo que le emocionaba el calor de la gente, que había trabajado por la cultura y que agradecía que se lo homenajeara. Sencillo, cálido, sonriente, cortó las cintas y recorrió la biblioteca, para luego retirarse, sin dejar de agradecer el cariño, con la humildad de los grandes.
A la tarde, en Rawson
Antes de llegar a la muestra de Mafalda, Quino estuvo en Rawson para inaugurar la Biblioteca Popular Alfonsina Storni, en el Barrio Hualilán.

