La Plata.- Con 50 mil asistentes -muchos cuarentones acompañados con sus hijos- que coparon el Unico de la Plata, el enorme Paul McCartney se dio el gusto de visitar por tercera vez nuestro país. Tal acontecimiento no sólo se dio por la importancia de la figura en cuestión -nada menos que un Beatle- sino por la entereza y su notable y vigente talento.

Así lo marcó un set list impecable, donde los clásicos estuvieron a la orden del día. Y lo hizo con todo: A las 21.15, con camisa celeste y elegante sacón largo azul, Sir McCartney anticipó una maravillosa jornada de arranque.

Fue el primer acorde de Hard Days Night -tema de Lennon con el que Paul de algún modo se ‘reconcilia’ con su compañero y rival en la banda- con el que se metió al público en el bolsillo y dejó en estado de éxtasis a todo un estadio. Dos pantallas laterales en forma de lata de cerveza, lo exhibieron con todo su esplendor: ‘Buenas noches Buenos Aires… hola chicos’, soltó entusiasta el hombre que en días cumplirá 74 años.

‘Estamos muy contentos de estar acá en Buenos Aires de nuevo’, sumó luego de su segundo tema Save us y antes del himno ‘Can’t Buy me love’. El inglés nacido en Liverpool, llegó con la banda que lo acompaña desde hace una década: Paul ‘Wix’ Wickens (teclados), Brian Ray (bajo y guitarra), Rusty Anderson (guitarra) y Abe Laboriel Junior (batería).

Con ellos repasó su carrera. Letting Go, Temporary Secretary, Let Me Roll it, I’ve got a Feeling, siguieron ante la emoción del público, a pesar del frío de la noche platense.

My Valentine fue uno de los primeros momentos emotivos. Siguió con Here, There, Everywhere, Maybe I ‘m Amazed, We can Work it out, In Spite of all The Danger, You Won’t see me y las extraordinarias Love Me Do, casi todas coreadas de principio al fin y ya con el artista sin saco.

Con Blackbird, el músico zurdo se subió a una tarima alta como si estuviera en el cielo, acompañando las proyecciones de la luna y un pájaro volando debajo. ‘Escribí esta canción pensando en mi amigo John’, explicó sobre Here Today, conmovido. Un rato más tarde, cedió a la tentación tribunera y jugó un rato con su guitarra al ritmo del Olé, Olé Olé y otros cantos.

El segundo tramo tuvo sorpresas: Fool on the Hill, Lady Madonna, Four Five Seconds (canción que grabó junto a Rihanna y Kanye West), Eleanor Rigby, Being for the benefit of Mr Kite, Something y la olvidable Obla di Obla Da enfervorizaron a una audiencia ya rendida a su ritmo inoxidable. Let it Be Live and Let Die y Hey Jude cerraron con aplausos y gritos su paso por el Unico. A los bises, sonaron Yesterday, Hi Hi Hi, Birthday y Golden Slumbers, tras dos horas y media memorables.