Tiene 21 años, es la única hija de los talentosos Aníbal Pachano y Ana Sanz -creadores de Botton Tap y figuras del ambiente artístico que no le mezquinaron genes, más allá de la elección personal- y hoy se destaca en Bailando por un sueño, la gran vidriera televisiva de Marcelo Tinelli donde anoche hizo lo suyo al ritmo del cuarteto (logró 34 puntos y está lejos de la sentencia). No obstante, esta bailarina que fue parte del musical Dominó y que cursa el quinto año de Diseño de imagen y sonido en la UBA, también brilla en Pour la Gallery, el impactante varieté que comparte con su familia y un gran elenco, y que en gira nacional tras su exitosa temporada en Buenos Aires, llegará a San Juan el próximo jueves (ver aparte).
"Pour la Gallery es algo fantástico, un musical que creo que nadie tiene que perderse. Pero ShowMatch me abrió puertas a un público masivo que no me conocía’, reconoce sin humos Sofía, a full con los ensayos de caño -"estar colgada una hora y media ahí es dificilísimo y duele mucho’, describirá agotada-, en medio de los cuales se hizo un tiempo para charlar con DIARIO DE CUYO.
– El Bailando no es sólo baile ¿Dudaste en aceptar la propuesta?
– Sí, en un principio, y más que nada por lo que había pasado con papá, porque pensamos que se la iban a agarrar conmigo (NdeR: cuando Graciela Alfano ventiló el asunto del HIV, atribución que terminó en pelea). Cosas que había que evaluar, pero cuando me enteré que iba a estar Juanita (Repetto, la hija de Reina Reech, también jurado), aflojé un poco. Y después estuvo todo bien…
– Siendo de otro palo ¿Cómo manejás los escándalos?
– Trato de mantenerme al margen. No me gusta que se hablen cosas personales… por mi forma de ser me angustia mucho y no me gusta que nadie discuta o se ponga a llorar…
– Pero las peleas están un poquito infladas ¿o no?
– ¡No, son todas reales!. Armada, que yo sepa, no hay ninguna, te soy sincera. Con lo de mi papá, con el dolor que toda mi familia pasó por tener que salir a aclarar algo que pertenecía a la vida privada… no fue así; mi familia, por lo menos, no juega con un tema así. Él no necesitaba salir a hablar de eso para tener una cámara, porque talento le sobra.
– ¿Esa situación complicó tu relación con Alfano?
– Yo voy a bailar, a que me califiquen y punto. Que ella y papá resuelvan sus temas…
– ¿Hablás con él al respecto?
– Mi papá es un ave dura de domar (risas). Yo lo apoyo y también le digo lo que pienso, pero al fin y al cabo es una persona adulta y hace lo que quiere. A veces me dicen "porque tu papá…’ ¡Pero yo no soy mi papá, ni mi mamá, soy Sofía!. Los padres que te tocan, te tocan; y si volviera a nacer probablemente los elegiría de nuevo; y si tuviera una varita mágica también les cambiaría algunas cosas (risas), como en todas las familias. Pero la verdad es que hay cosas mucho peores que lo que mi papá hace en la televisión… a mí jamás me levantaron la mano, por ejemplo…
– Te molesta cuando hablan demás…
– Me molesta cuando se bardea sin un sentido. Y no tengo por qué andar dando explicaciones de cosas privadas…
– Te gustaría llamarte Sofía Sánchez por un día…
– No (risas). Yo me hago cargo de mi apellido, pero me gusta diferenciarme como persona. Yo no soy Aníbal Pachano. Tenemos una relación súper estrecha, pero no compartimos todo, y eso no quiere decir que no lo ame. Pero bueno, ya llegará el momento en que la gente aprenderá a separar.
– Pasado el temblor, se los ve bien a los tres…
– Mis papás no están juntos como pareja pero son como hermanos. Desde que se separaron, y más allá del periodo típico de una separación, hemos sido una familia unida. Además está lo artístico, que nos une tanto.
– No faltará quien diga que sos una protegida en el concurso…
– Sí, pero para nada, las que siempre bailamos últimas somos Juanita y yo! (risas) Si hay algo que no hay es acomodo, ¡y te lo aseguro! Te diría que por el contrario, ser hija de un jurado encima es más responsabilidad. Si es bueno hay una carga, y si es malo también. Muchos me dijeron que cuando iban al teatro pensaban "a ver qué hace la hija de Pachano’. Pero de a poco iremos ganando terreno, hasta que un día sea Sofía Pachano, y no "la hija de… ".

