El final fue de la peor manera para el fundador de La Camerata San Juan. Gustavo Plis Sterenberg, quien dirigió por 6 años consecutivos desde su constitución en 2010, quedó destituido de sus funciones artísticas en la agrupación por decisión de la mayoría de los músicos y avalada por el Ministerio de Turismo y Cultura. Sin embargo, podrá quedar como Director ‘Honorífico’ aunque todavía el pianista y director de orquesta no se ha definido si aceptará o no.
– ¿Qué impresión le dejó lo que resolvió el Ministerio?
– La labor del concertino de la orquesta fue excepcional porque se propuso algo, subordinó todo a eso y logró lo que deseaba: eliminar y sacar de carrera a la única persona que se oponía. Él detenta un poder muy grande lamentablemente y ese poder lo sufrieron Emilio Mini, Laura Lanzi, Laura Vicentella, Esteban Calderón, que en su momento fueron separados antes por pensar distinto, sin mi consentimiento. Me parece que con ese espíritu es muy difícil oponerse.
– ¿Qué opina del reglamento que se votó?
– Me asombró que las propuestas de reglamentos las hayan confeccionado ambas partes y no por la persona encargada de conducir la política cultural de la provincia. Propuse un reglamento que defendiera no sólo a los músicos, sino también al público. No me parece correcto que se le pague 100% a una orquesta que trabaje el 25%. Propuse un sistema de concursos y audiciones para todos los cargos incluyendo director. Que se trabaje todas las semanas y que tengamos transporte adecuado y un espacio físico en condiciones para ensayar. Pero nada de eso se consiguió. Una vez al mes, nos reuníamos 7 días antes del concierto para ensayar. Se ensayaba mal y a las apuradas. El reglamento que se aprobó no dice qué días, ni en qué momento se trabaja. Quieren hacer una banda comercial. Buscan el éxito fácil. Es decir, hacer un quiosco de todo esto y estoy en contra del quiosco. Yo sólo quería nivel de excelencia, tanto en la música clásica como popular.
– ¿Es posible trabajar sin director musical?
– No entiendo cómo trabajarán sin director para la 5ª sinfonía de Beethoven, o La Viuda Alegre o Hansel y Gretel. Lo veo algo imposible. No tener alguien que les marque los pasos, terminará siendo una anarquía, tanto en la conducta como en lo musical.
– ¿Aceptará ser director honorífico?
– Confiaba en la ministra, pero me siento muy decepcionado por su criterio. No lo sé. Mi futuro es incierto. Lo voy a pensar. Pero estoy muy disconforme con todo. Está el terreno muy embarrado.
– ¿Siente que lo abandonaron de manera institucional?
– Muchos proyectos artísticos quedaron truncos. Sí, rotundamente, siento que me soltaron la mano.
– ¿Cuál sería su próximo paso?
– En lo profesional, estoy estudiando en estos momentos una obra a estrenar en noviembre con la Orquesta Sinfónica de Córdoba. Y acá en San Juan no tengo ni la menor idea qué hacer. Se abre un período para pensar con tranquilidad mis pasos futuros.
– ¿Este conflicto con los músicos desde cuándo comenzó?
– A partir de una nota publicada por Diario de Cuyo (publicada el 29 de abril pasado), muchos se sintieron ofendidos porque no los mencioné. Me dijeron: ‘Esto es una divisoria de aguas. Vos no tenés ya amigos’ y así me desplazaron.
– ¿Hubo ensañamiento?
– Mi intención nunca fue joder a nadie, pero me jodió la mentira y se fueron acumulando cosas. Estaba en un momento de debilidad física con mi enfermedad. Se burlaban de mí durante los ensayos y sentía mucha opresión. Creo que se ha engañando a la gente. Es muy triste todo lo que pasó, porque todos los decretos y resoluciones que firmó el exgobernador Gioja, como los contratos y sueldos, que establecían legalmente quién era el director, fueron ignorados.
La otra campana
Desde DIARIO DE CUYO se invitó a que Pablo Grosman pueda explicar y opinar sobre la situación de La Camerata y cómo funcionará a partir de ahora. Sin embargo, ante la consulta, dijo como respuesta que será ‘transmitida’ a todos los miembros de la orquesta.
