Mientras garabatea en su cabeza la posibilidad de repetir la travesía organizada por el Gobierno de San Juan, que recrea el cruce del General San Martín a lomo de mula de la Cordillera de los Andes por San Juan para liberar a Chile -NdR: su primera experiencia fue en febrero pasado junto al Gobernador José Luis Gioja en una cabalgata que contó con 82 expedicionarios-; traza lo que será su primer muestra en San Juan, el jueves 13 de agosto, en el Centro Cultural Estación San Martín. Se trata de Miguel Repiso, más conocido como Rep, creador de personajes como el Revolú, Lukas y Gaspar, entre otros.

"La Grandeza y la Chiqueza". Así se llama la exposición que presentará el dibujante y humorista gráfico, que pública en sus tiras en Página 12.

"A diferencia de otras como la que exhibo en Mendoza en estos días, y que son humor puro, lo que llevo a San Juan es pura historia argentina", apunta el artista a DIARIO DE CUYO antes de su arribo a la provincia.

Sus recuerdos del Cruce de los Andes, su impacto en sus trabajos, su visión sobre San Martín y de Domingo F. Sarmiento; son algunos de los temas que dejan al descubierto a un Rep muy campechano pero fanático de la historia.

– Antes del cruce de la cordillera. ¿Habías vivido una experiencia similar?

– No. Siempre quise dibujar en la cordillera. Cuando era niño veía una lomita y jugaba a cruzar Los Andes como si fuera San Martín.

– ¿Cómo impactó el paisaje en tu lápiz? ¿Era lo que esperabas encontrar?

– Nunca es como uno imagina. Fue absolutamente distinto. Uno tiene películas en la cabeza. Salí enriquecido y no sé si no lo volvería hacer…

– ¿Para qué volverías?

– Quiero hacer un libro sobre esta experiencia y quizás por la cosa de la primera vez se me escapó algo, producto de la zozobra y la distracción. Fue una manera espectacular de ver "el afuera de mí", o sea todo lo que es la naturaleza; y una manera novedosa de ver mi propia introspección en ese lugar de montañas nevadas.

– ¿Ya hay fecha de publicación para el volumen sobre el cruce?

– Supongo que entrará para el año que viene.

– ¿Es habitual este recorrido tuyo por el país?

– Viajar por las provincias me mete en otras existencias que no son las que me abrigan en Capital Federal, yo salgo y me transformo.

– ¿Te inspira?

– Me da otras miradas cubistas de la vida. Aparte soy un autor muy argentino que quiere serlo cada vez más, no me quiero volver un yanqui o un europeo como la mayoría de mis colegas. Quiero afinar la puntería con respecto adonde nací.

¿Otros proyectos?

– Trabajo en un libro sobre la ruta del vino, luego de hacer un viaje a Francia invitado por una bodega mendocina, recorriendo los chateau de Bordeaux y seguramente vienen dos viajes más a Francia y California. También acabo de firmar contrato con editorial Planeta para sacar dos libros, uno de ellos de ficción absoluta y otro de historia.

– Tus obras apuntan a ofrecer otra mirada de la historia. ¿Cuál es tu visión de San Martín?

– En la infancia lo veía como aventurero. Después construí una relación de amor-odio; de amor en cuanto a la gesta libertadora y de odio en cuanto a la historia oficial. Entonces, eliminé o re-elaboré lo que tiene que ver con la lectura de Mitre, los conservadores y la cosa durita para hacer un revisionismo que me acercó al genio que fue San Martín.

– ¿Y con Sarmiento?

– Amor y odio, por supuesto. Tengo una profunda admiración por su intelecto y profundas diferencias con respecto a su positivismo. Me adhiero a su civilización pero no a su idea de barbarie. Si bien, lo admiro y creo que el mejor libro que se puede leer para entender el primer siglo de nuestra historia es el Facundo que escribió Sarmiento. Es más, un proyecto mío de acá a diez años, es dibujar el Facundo.

– Todo un desafío…

– Para leerlo tengo que transformar mi re lectura, tengo que ir orillando por medio de ensayos de otro para ver adónde llego. Pero amaría dibujar el Facundo.