Transita tablas desde que tiene 8 años, en su Santa Fe natal. Después, en Buenos Aires, siguió cosechando reconocimiento. Y aunque archiconocido en el circuito teatral, este Juan Pablo Geretto que exprimió under y café concert reconoce que la masividad le llegó gracias a la pantalla chica. Tinelli y Susana contaron con su solvente oficio, pero fue la glamorosa y sensible "Reina’ de Vecinos en guerra (Telefe) la que le dio esa popularidad con la que regresará a San Juan. El próximo sábado abrirá la temporada 2014 de Fundación Protea con "Maestra Normal’, su unipersonal de humor donde encarna a una docente, y que en el marco de una gira nacional recala en la tierra de Sarmiento, a quien encarnó en el programa Historia Clínica.
– Sí, por supuesto, eso es casi irrefutable, y más en programas que son muy masivos y con un personaje adorable…
– Supongo que sí, así que contento de que me permita también viajar y pisar otros escenarios; sobre todo porque me gusta mucho el trajín de los viajes.
– Como todo en la vida, no he buscado nada. Me llamaron para hacerlo, dije que sí y sucedió.
– Yo también reniego (risas), pero no por una cuestión de prejuicios o que me parezca menos, todo tiene su complejidad. Es que la demanda de tiempo es enorme, es como estar de guardia permanente, todo el día disponible. Es muy demandante y eso no me genera mucha felicidad. A mí me gusta agarrar el auto.
– A veces se complementan… la verdad es que la tele dejó de ser redituable hace muchos años para la tropa… pero bueno, algunos tenemos la posibilidad de hacer otras obras o que se difundan más… Tampoco todo lo que hay en la tele es comprable… Y a veces uno hace cosas que no están muy buenas y son un éxito… Decís "con esta porquería hicimos tal cosa, y la gente está chocha’… o hacés cosas muy buenas y no son un éxito…
– Jamás. Pienso en divertirme, en pasarla bien y seguir una coherencia de vida, te diría. Me gusta que las cosas sean amorosas, en todo sentido, me gusta hacer desde lo mejor de uno. Es una forma de encarar el trabajo, ir todos los días contento y tratar de sostener esa alegría desde un lugar verdadero. Es que pienso que somos muy afortunados los que podemos trabajar de lo que elegimos.
– No sé qué va a ver la gente que se acerca a ver la obra porque me vio en tele, pero sí sé lo que se lleva; y está bueno. Mis espectáculos han tenido muy buen "boca a boca’ y yo generalmente viví de eso, de la gente que me recomienda, que es básicamente el fundamento del teatro.
– Sí, pero hay que ser un actor con mucho temperamento para pasar a la televisión, porque es muy demandante y muy exigente con nuestro ego… En la tele a veces no hay tiempo de corregir detalles, ni de ensayar, va todo muy rápido, quedó como quedó, y es un poco frustrante a veces…
– ¡Todo el tiempo! ¿Quién no tiene que lidiar con el ego? Pero bueno, cuando uno trabaja desde el lugar que pretendo, que es como dije, hacer lo más amoroso posible, solito se doma un poco.

