‘No se va, el Puma no se va…’, podría ser el cántico de la platea para José Luis Rodríguez, que desde el año pasado y hasta marzo lleva su canto por teatros y festivales argentinos, luego de su exitosa participación en Elegidos. En esa agenda está la Fiesta Aniversario de Albardón, que tendrá lugar el próximo fin de semana y que lo tendrá como figura central el sábado, en el Parque Latinoamericano. Contento con su presente, este ícono de la canción latinoamericana conversó con DIARIO DE CUYO. Amable, fue contundente al expresar que no lo agobian las giras ni el encuentro con su gente; sólido al hablar de su carrera y visceral al encarar algunos temas políticos de la región.
– Desde diciembre estás con una agenda muy festivalera por el país… – Sí y me encanta, hay una afluencia de público muy bonita, un convivir hermoso con la gente. De hecho creo que las ciudades, los pueblos, se preparan para ese evento especial de dos o tres días, y ahí es un desborde de emociones, de alegría, de compartir, de cariño, de entusiasmo, donde las sociedades se descargan un poco de todo el año… la verdad es que me gusta mucho. Hay una cosa social importante. Imagínate que hay pueblos que nunca había visitado.
– ¿Haber estado el año pasado en la tele aportó a tu vigencia? – Sí claro, la televisión da la imagen, el disco da la popularidad y la prensa crea al ídolo…
– ¿Elegidos te permitió sumar a público joven? – Yo creo que sí porque se ve en los festivales. Luego los chicos te buscan en Youtube, escuchan tu repertorio, y además el género romántico nunca dejará de ser, porque todos nos enamoramos…
– Hablando de tu música, sostenés que siempre hay que hacer los clásicos, porque la gente va a buscar eso… – Sin duda alguna y si hago cosas que a la gente no le interesan, es una especie de fraude, de no los complace. Ellos van a oír lo que han venido escuchando hace tanto tiempo y de verdad que hay mucha gratificación de parte del público a uno. Lo he podido comprobar…
– ¿Podría ser un consejo para otros músicos? – No, no, yo no doy consejos salvo que me los pidan, es simplemente mi forma de ser, de vivir la vida. Uno va quemando etapas, al principio te la crees, te expones como un pavo real, y si te pinchan con un alfiler te desinflas. Hay etapas que uno va aprendiendo a vivir en cada momento, y lo que vas acumulando es experiencia en la vida…
– Hablaste de etapas. ¿En cuál estás hoy?
– En el mantenimiento, viajar, ir, venir, reponer energía cuando lo necesito…
– ¿Cosecha no? – El cosechar es al final, el no trabajar…. no sé si el premio, porque te lo da Dios si es que hay un premio. Yo me siento útil cuando voy a entretener a la gente, que para eso he nacido. Cada quien se adapta a la forma y al sitio donde le corresponde, cada quien en lo suyo. Yo creo que cada ser humano debe saber por qué está en el cuerpo, a qué vino y qué viene a hacer. Si encuentra eso a tiempo, pierde menos tiempo.
– No siempre es tan claro… – Hay gente que se equivoca porque va detrás del dinero antes que de la vocación y si vas detrás de la bolsa antes que de la vocación, te puedes arrepentir más adelante. Primero la vocación, y el dinero vendrá solo.
– ¿Hablamos un poco de Argentina? Estuviste justo en la transición… – Quiero mucho a la Argentina, la conozco mucho y no me corresponde a mí herir ninguna susceptibilidad.
– No hay por qué herir, sólo es tu visión… – Argentina tiene una formidable capacidad de recuperarse pronto, es un hermoso país que he recorrido mucho y lo seguiré recorriendo si Dios me da vida, es un país capacitado, los campos están preparados, las industrias están preparadas, la gente está preparada para esto que viene, que es una Argentina mejor, creo yo…
– ¿Sentís que eso está pasando en Latinoamérica? ¿Y en Venezuela? – En Venezuela ya se inició el cambio, más del 80% está en desacuerdo con ese modelo, ese régimen que no funciona, está comprobado que no funciona (enfatiza), es un culto a la pobreza, hay una multiplicación de la pobreza enorme. En uno de los países más ricos como es Venezuela, la gente se pelea por la comida… no es bueno el modelo, aislarse, bajar la clase media a clase pobre. Para mí en ese modelo piensan como Marx, gobiernan como Lenin y viven como Rockefeller. Hay una corrupción desbordada, están acabando con todo, Dios mío, da pena, da lástima, y el fundador de todo eso es Chavez, que para mí es un traidor a la patria, y luego este muchacho que no tiene la menor idea de lo que está haciendo, está desbaratando todo, me da mucha pena… pero ya empezó, ya está la Asamblea y el proceso de cambio es irreversible. Hay esperanza.
– ¿Tenés ganas de involucrarte de nuevo en política de manera activa? – No. Realmente no.
– ¿Fue una necesidad de un momento? – Yo nunca he mirado esto de soslayo, nunca me fue indiferente. La persona que es indiferente a lo que pasa en su país es porque su país no le importa. Nos duele América Latina, nos duele cada país, y buscamos el equilibrio social, que lo tiene que haber. Esto es un despertar… cualquier ideología, esos rótulos que le ponen a la gente: ‘Tú eres de derecha, tú de izquierda, tú eres blanco, tú eres negro’, tienden a desaparecer. Lo que se busca son hombres y mujeres a los que de verdad les duela la patria y les duela el prójimo, y busquen un equilibrio social, ya no importan esas ideologías absurdas, ya están caducas….
– Pero siguen enquistadas en algunos países… – Mira, lo de Cuba no tiene por qué ser. Yo he vivido de cerca el sufrimiento de los cubanos y pareciera ser que Cuba es la Suiza de América Latina, y no es así. Se discute un proceso de paz en una isla donde no hay ningún tipo de libertad, donde no existen los derechos humanos, eso es una bofetada a la inteligencia… Y discutir un proceso de paz en Colombia es absurdo, yo creo que Santos (NdeR Juan Manuel, actual presidente de ese país) está buscando el Premio Nobel para él, pero no para la paz de Colombia. Perdóname que me emocione con esto. El sábado estaremos cantando allí, Dios mediante, vamos a pasar un momento agradable que es lo que importa… Gracias por la entrevista.
– ¿Una más? Te saco de lo político. De niño visualizaste tu éxito. ¿Cómo ves hoy a aquel niño? – Nunca me olvido de aquel niño, siempre está dentro de mí. No lo dejo crecer, porque quiero seguirme asombrando y emocionando con lo que pasa alrededor mío. No quiero ponerme insensible. Quiero que mi sensibilidad esté latente permanente. De niño me vi frente a una multitud, no sabía si hablando o cantando, entendí que era cantando. Eso se cumplió. Yo creo que todo mundo debe soñar de niño y debe buscar ese sueño.

