Desfila, actúa, baila, anima y por si fuera poco, se anima a conducir la primera edición de un noticiero en televisión. Así es Virginia Gallardo, la bomba sexy correntina que supo ganarse un lugar en el mundo de las vedettes porteñas, y que en diciembre visitará nuevamente San Juan (la última vez participó como madrina de la juventud de 25 de Mayo para la Fiesta de la Primavera) para transitar la pasarela de Noche de Moda, durante la Semana de la Juventud, en Sarmiento. Antes de su llegada, la rubia exnovia de Ricardo Fort, habló con DIARIO DE CUYO.
– Vengo terminando un año muy lindo. Estoy feliz porque lanzamos ‘Mansión Imposible’, en Carlos Paz. En lo personal, tuve un gran año, más de lo que me esperaba, sentí la necesidad de hacer comedia, un espacio que me encanta, sobre todo porque trabajo con compañeros muy experimentados como Emilio Disi, Freddy Villarreal, Mariano Iudica e Iliana Calabró, unas eminencias totales.
– Él no me dio ninguna oportunidad. Fue Ideas del Sur en el 2007 cuando vine de Corrientes a ser soñadora. Por supuesto que hubo un montón de medios y productores que me ayudaron a instalarme. Ricardo llegó unos años después a mi vida. De todas maneras fue, es y seguirá siendo importante en mi alma. Me ayudó, es cierto, en lo laboral y estaré muy agradecida; pero todo lo que tengo ahora se lo debo al Soñando por Bailar.
– Más allá de lo que se vio en la televisión y alguna que otra charla por ahí, hace mucho tiempo que no me cruzo con Ricardo. Mantengo una relación muy distante con él, pero mi mamá estuvo viendo Infama y ella me contó de lo que le pasaba y de algunas declaraciones en el programa que no me gustaron. Entonces envié un mensaje de texto y me lo leyeron en vivo. Él sabe que puede contar conmigo, lo quiero más allá de nuestras diferencias, sabe que estoy para lo que necesite. Es un momento particular donde es bueno que se dejen de lado cosas que lastiman y que ya importan poco. La verdad, no soy rencorosa. Obviamente en temas delicados como éste no hay que hacer oídos sordos. Estaré con él en lo que pueda colaborar, claro está que mucho no puedo hacer. Pero el otro día me respondió un mensaje diciendo que fue ‘lo más lindo que recibí en el día’ por parte de mí.
– Soy algo especial, no presto atención a la pelea entre las vedettes. Creo en la competencia sana que nos obliga a dar lo mejor de nosotros para la gente y brindar un buen espectáculo. De todas formas no me creo la número uno. Si algo que no me gusta, no me cae bien, lo corro de mi vida. Nunca tuve enfrentamiento con nadie. Aunque es verdad, es difícil afianzar amistades verdaderas en este ambiente. Dentro de todo lo superficial, hay buenas compañeras, en especial para la compañía en la que estoy. Respeto los códigos de la profesión. Igual a veces paso tanto tiempo en el medio que por supuesto, se mezclan cosas de la vida personal. Bueno hay que relajarse también, resulta imposible ser un ente dentro de un grupo de personas. Si en la intimidad se cuentan ciertas cosas y luego se ventilan públicamente, la verdad que duele mucho. Y sé que muchas veces sucede, pero hasta ahora no lo sufrí gracias a Dios.
– Para mí eso no suma tanto. Te puede servir por un rato, pero si uno pretende hacer una carrera de por vida, hay que aprender a cuidarse y cuidar la reputación como artista. Las peleas no llevan a ningún lado positivo, nunca.
– Me sirvió para aprender otro camino en los medios. De hecho, me dieron ganas de estudiar periodismo. Creo que es otro espacio que podría encajar muy bien. Me gustaría ser periodista. Entiendo que no hay que ser improvisada. Si bien en Animales Sueltos hay mucha joda, Fantino es un gran conductor, aprendí muchas cosas de él y de la tele en general. Se aprende todo el tiempo y lo mejor es saber aprovecharlo.
– Sí, me gustaría, nunca cierro una puerta. Si fuera un noticiero sería mejor.
– ¡No, por favor! ¡Ja! Mirá, es que cuando me hacen una nota y la publican de una manera que… ¡uff! No, no tengo candidatos de nada. Estuve mucho tiempo de novia, pero me costó adaptarme para estar sola nuevamente. El amor si llega, llegará. No lo estoy buscando. No me adjudico ningún título todavía. Quizás algunos quieran estar conmigo, no sé, o tal vez busque un novio a San Juan. ¡Je!