Seis años pasaron desde su creación, y la Camerata San Juan parece estar cosechando su siembra. La formación conducida por el Maestro Gustavo Plis Sterenberg ostenta el logro de llenar la sala del Auditorio Juan Victoria cada vez que actúa, en el marco del programa los Conciertos gratuitos para la familia que la Camerata instauró hace un par de años.

"Siento una comunión con la gente, comentó a DIARIO DE CUYO el director, sobre lo que ocurre cada función mensual, como la del domingo pasado, que no fue la excepción. "En todos los conciertos, no nos dejan ir, hay una ovación, me da vergüenza decirlo, pero es lo que está ocurriendo. La Camerata es sinónimo de sala llena hace dos años", dijo Plis Sterenberg.

Cada concierto de la Camerata San Juan, que es la orquesta oficial del Ministerio de Turismo y Cultura, comienza con una obra clásica y luego sigue con un repertorio de música cuyana o rock nacional, invitando en muchas ocasiones a cantantes locales.

"Empecé a notar que desde que se formó (la Camerata) se fue superando en la parte técnica; pero sin embargo hay una cosa muy subjetiva que tiene que ver el idioma que nosotros hablamos. Nosotros le hablamos a la gente no solamente tocando una obra clásica, sino que la segunda parte, con el mismo ímpetu y ganas, sobre todo con muchas ganas, hacemos el repertorio popular, que no tiene fin, que sigue hasta el rock", explicó el maestro, quien admite que esa apertura a otros géneros, el amalgamar los instrumentos clásicos con música popular argentina (ya sea folclore o rock) es en gran parte lo que genera la expectativa en el público sanjuanino.

Plis Sterenberg dice que le gustaría tener elementos para poder "analizar este fenómeno" que ocurre alrededor de la orquesta, porque se enteran de comentarios de la gente, o de publicaciones en Facebook donde tienen "pedidos que repetir conciertos".

"Invité a un taxista, le dije ‘venga al Auditorio, traiga a su familia’ y el domingo, después de la función, un señor me dijo: ‘Director, yo soy el taxista, vine con mi mujer’. Eso me da la pauta que algo está sucediendo, cuando un hombre que no tiene nada que ver con la música, aparece en la sala con su familia y disfruta del concierto", ejemplificó.

Para Pablo Grossman, violinista y concertino de la Camerata, "tocar música popular no es el secreto del éxito, muchos grupos lo hacen sin mayor repercusión. El secreto es amar la música en un sentido general y creer en la igualdad de calidad, llámese folclore cuyano, tango o jazz", consideró.

Tanto director como concertino coincidieron en señalar a uno de sus integrantes, Enzo Pérez, como el responsable de la alquimia que logran en esa segunda parte de las funciones, porque es quien realiza los arreglos de las canciones y la elección del repertorio. "Es él el que nos enseñó esta valoración estética que universaliza a la música y es él quien es capaz de escribir maravillosamente logrando versionar y dar una impronta única al grupo’, expresó Grossman.

Hay en el "maestro Plis" (como le dicen los más cercanos), un convencimiento de que "algo bueno iba a pasar"; "La Camerata se está poniendo los pantalones largos, está creciendo", sostiene y apunta que no tiene que ver con mantener "una relación complaciente" con la gente, o "darles lo que quieren escuchar". "No, nosotros tratamos de llegar hasta el último granito de alma que tiene la gente y golpear ahí en la puerta para que nos abran", dice el Maestro de la Camerata San Juan, casi develando el secreto de una fórmula que funciona y muy bien.