‘Hace dos años que aparecí’, dice Lizy Tagliani, como si hubiera vuelto a nacer, pero esta vez en el mundo artístico, después de que Marcelo Tinelli la descubriera y la sumara al Bailando el año pasado. Desde aquellas visitas al piso de Ideas del Sur en los que la peluquera dio rienda suelta a su humor para hablar de sí misma y su transformación de Edgardo a Lizy, mucha agua pasó bajo el puente. Producida por Dabope (la productora teatral de Pablo Prada y Federico Hope), Tagliani debutó en el verano de 2015 con Mamá quiero ser y este año, le fue muy bien en Carlos Paz con Lizy Tagliani, recargada. Con este unipersonal es que llega a San Juan, como parte de la gira nacional, de la mano de Fundación Protea para presentarse en Hugo el próximo sábado (ver aparte), junto a Celeste Muriega y Jorgito Moliniers, para sumar con algunos pasos de comedia al monólogo de Lizy hablando ‘de manera muy graciosa’ sobre su vida, el colegio, su transformación y la llegada la fama, según adelantó en una charla con DIARIO DE CUYO.
-¿Estás cómoda en las tablas?
– La verdad que sí, me siento muy bien, me encanta, es algo que no sabía que tenía dentro de mi ser y sin embargo me parece fantástico. Cuando lo descubrí, primero en la radio con Santiago del Moro y después en el Bailando, me di cuenta de que me gusta mucho. En el teatro disfruto un montón.
– ¿Qué te gusta más, la radio, la tele o el teatro?
Todavía no sé, como todo es nuevo, no estoy cansada de ninguna de las cosas. Ahora que pasaron dos años desde que aparecí, sé diferenciar uno de otro, pero de ahí a elegir qué me gusta más… no, no, no.
–¿Sentís que superaste el rótulo de mediática para pasar a tener el de artista?
– No tengo la menor idea, ni me importa. Imaginate que no me importa que me llamen Edgardo, menos que me digan mediática. Que cada uno me vea como quiera. Mientras yo tenga trabajo, me vaya bien y sea feliz con lo que me sucede, lo que le pase a los demás, me tiene sin cuidado.
-Y te sentís feliz ahora…
¡Sí! Espectacular.
-¿Qué significa Marcelo Tinelli para vos?
-Es una persona muy generosa, que me ha brindado mucha popularidad; todo el tiempo le estoy agradeciendo. Siempre fui feliz, pero parte de la felicidad que tengo ahora es por lo que él me ha brindado.
-Tinelli tiene ojo clínico para detectar talentos, ¿pensás que eso pasó con vos?
-Sí, sí, totalmente; como con un montón de gente.
-¿Cómo manejaste la fama, a partir del Bailando?
-Bien, muy bien, en el Bailando siempre estás contenida por el Chato o Hope. En un momento, hay días que te creés Susana… te creés con una fama que después te das cuenta que la estelaridad es de Tinelli, todos los demás somos decorados para ayudar al show, pero nadie es imprescindible, salvo él. Es de esos formatos que tienen que ver con el reality que uno se cree que sin uno el Bailando no existe, después te das cuenta que existe sin cualquier, salvo sin Marcelo. Nunca me mareé con la fama, pero sí son cosas que suceden. Nunca lo manifesté, ni hice sentir mal a nadie, pero es algo que uno se da cuenta.
-¿Te costó adaptarte a ese ambiente, donde los egos pesan?
–No, para nada, porque no le doy importancia a lo que la gente haga con su ego.
–¿Alguna vez te sentiste discriminada por otras figuras?
–No. Nunca. Creo que uno es discriminado, discriminador, bueno, malo, lindo, feo, gordo, alto, bajo, todo depende con el ojo que se mire. No me gusta pararme sólo de una sola vereda.
-¿Este año le dijiste que no al Bailando?
-No le dije que no, literalmente, sino que tenía ganas de saber qué sucedía conmigo sin el Bailando y como trabajo en teatro con Chato y Hope, no tenía ni que preguntarme si quería estar: si ellos querían, me tenían que avisar cuándo empezaba a ensayar; el tema era ese, ser leal; si ellos me necesitaban, ir.
–¿Te abruma la fama o preferirías el anonimato de nuevo?
–Sabés que no me abruma tanto… si uno quiere vive una vida tranquila. Yo salgo, me tomo un bondi, la gente por ahí te saluda, pero no hay acoso. Hay un mito, la verdad es que la gente persigue a Susana, a Marcelo y a Mirtha y a nadie más, todos los demás contamos noticias para que (la prensa) nos llamen.
-Disfrutás el cariño de la gente, entonces.
-Sí, mucho.
– ¿No te parece que Flor de la V pasó de moda y vos quedaste más en el tapete?
-Nooo… Florencia tiene una carrera impecable, de muchos años, y es una de las estrellas de este país. Yo soy otra persona que apareció y por ahí estoy con vigencia por mi humor. Somos distintas en la forma de trabajar, pero ella tiene una estelaridad única y ella no va a pasar nunca de moda.
-¿Lograste hacer amigos en el medio?
-Sí, sí, afianzar las que ya tenía y hacerme de nuevos amigos, Pedro Alfonso, Laurita Fernández, Paula Chaves, Lourdes Sánchez, gente que me hice muy amiga.
-¿Del corazón, cómo estás?
-Enamorada, muy bien. Siempre que me enamoro es para que sea duradero.

