Agota entradas donde sea que se presente. Hace un par de años Abel Pintos es sinónimo de un espectáculo masivo y en San Juan, cuando se presente esta noche en la Fiesta Nacional del Sol, seguramente no será la excepción. A los 30, este chico tuvo su puntapié inicial a los 14, cuando fue premio Revelación en Cosquín, ya suma dos Gardel de Oro, discos editados en otros países y miles de horas de escenario.
Actualmente de gira por el país, como parte de la grilla de los festivales, Pintos conversó con DIARIO DE CUYO antes de llegar a la provincia para reencontrarse hoy con su público sanjuanino en un contexto diferente al de la última vez, cuando logró generar un clima íntimo ante la multitud que lo acompañó en octubre del año pasado en el Estadio Abierto del Parque de Mayo donde presentó Abel, su más reciente producción discográfica, que aún permanece entre los más vendidos de la música nacional. Para el joven nacido en Bahía Blanca, los festivales son especiales, "tienen un concepto de repaso, como lista de temas de tus hits’ y sabe que además de sus fans, se encontrará con "gente nueva, entonces seguís teniendo la oportunidad de presentarte por primera vez ante alguien’.
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-Sí, en absoluto. Es la vida que elegí cuando tenía 11 años, no tenía en ese momento ninguna ambición en mi mente y en mi corazón más que la de intentar dilucidar cuál iba a ser la forma de ser feliz toda mi vida. De niño era bastante introspectivo emocionalmente y el único disparador de mis emociones era la música, como espectador, entonces un día pense, que probablemente si me involucrara yo en la música, funcionaría como disparador de una forma mucho más certera, y como administrador de mis emociones. Y funcionó así, y fue en una época de la vida, que no tuve tiempo de volver a considerar otra cosa.
-¿Cómo es la vida de artistas, para los niños o adolescentes, con esas grandes oportunidades, como la que tuviste vos a los 13 al lado de León Gieco?
-Para el niño es como Disney, porque es muy divertido estar de viaje todos los días, tener la posibilidad de hacer todos los días algo distinto. Es mucho estímulo. Pero bueno, luego, es una delgada línea, porque todo eso sugiere también una serie de responsabilidades que se pueden convertir por su propio peso en presiones, y ahí en donde juega un rol muy importante el círculo que rodea a esa criatura. Entonces yo siempre tuve la suerte de encontrarme contenido y acompañado; y que se me hayan brindado los espacios que necesitaba para poder vivir con la música y las cosas que necesitaba vivir como niño.
-¿Qué significa Cosquín para vos?
-Cada vez que estoy en Cosquín, regreso de manera mental y emocional a ese día, (cuando fue revelación a los 14 años). Es regresar constantemente al lugar donde todo comenzó, cuando entré al vértigo al que hoy estoy más acostumbrado. Hasta Cosquín yo me dedicaba a la música, con una dinámica determinada,desde Cosquín comenzó otra completamente distinta y mucho más intensa. Por eso significa para mi un antes y un después en mi vida.
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-A mí me pone muy feliz todo lo que vivo en todos los conciertos y sobretodo en todos estos grandes festivales. Me pone muy feliz a tanta juventud acercándose a estos eventos, curtiendo la música folclórica, abrazándola y respetándola. Me siento muy respetado por estos festivales, considerando que hace muchos años no soy un músico tradicionalista, y sin embargo me siguen dando la oportunidad de estar ahí presente, de poder acercar a mucha juventud de quizás otros géneros, a vivir una noche de festivales de música folclórica. Me siento muy agradecido por esa oportunidad.
-Tus orígenes están en el folclore, también.
-Todo músico tiene un género de raíz y el mío es el folclore y lo va a ser siempre. Nunca voy a dejar de hacer folclore, lo que pasa es que hago folclore también a mi estilo. Es un estilo que no es nada cercano al tradicionalismo.
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