Esa flacura a cuestas y la barba que se colgó a su rostro hace años, forman parte del personaje de Hugo Varela desde que su nombre empezó a resaltar en el circuito humorístico. Con peculiares instrumentos que él mismo trabaja para despuntar su oficio de luthier (en esta oportunidad bastante estrambóticos, como un ventilador de pie al estilo mandolina y un paraguas que suena), el cordobés aterriza este sábado en Renatto. Y junto a él, una mochila de chispeantes ocurrencias, bien regadas con música arrabalera y un lunfardo cargado de humor donde se mueve como pez en el agua.

Con 52 años de edad y 35 de trayectoria, para Hugo es un "honor’ volver a la provincia haciendo lo que le gusta. De ese regreso y de su mettier -sinsabores incluidos- charló con DIARIO DE CUYO.

– Es fácil mantenerse en la escena?
– Siempre tuve una actividad constante, sin caídas abruptas, siempre produciendo. Es que, si uno se sienta y se queda, el tren le pasa por encima…

– Pero La corbata rojo punzó no pasa de moda. ¿Cómo apareció en su cabeza?
– Salió en un viaje, iba con los técnicos y sonidistas y salió el tema del "no hay papel’, que ya tiene unos 20 años. A partir de ahí, empecé a elucubrar toda una historia que derivó en un tango y su trascendencia fue increíble, nunca me lo imaginé, no tenía consciencia. Ahora si no lo hago en los shows, me quedo sin barba.

– ¿La TV es necesaria para continuar en carrera?
– La televisión es un medio maravilloso pero hay una falsa necesidad de impactar y todo es veloz y carece de matices, quienes eligen la tele con esta finalidad no les importa cómo llegar, sino llegar rápido; para eso sirve.

– ¿Cómo fue su experiencia en el programa de Marcelo Tinelli?
– Estuve alguna vez con Tinelli pero no me sentí cómodo…

– ¿Por qué?
– No tenía el suficiente tiempo para preparar el material y tampoco me gustaba que los humoristas estuviéramos haciendo cola para contar un cuento. Fue denigrante trabajar con Tinelli.

– Hace mucho no se lo ve en teatro de revista ¿es para ahorrar escándalos?
– Tengo una forma muy particular de moverme, me manejo solo o con el público, pero no me vinculo con el resto del elenco, no necesito del escándalo.

– ¿Cómo ve el humor de capocómicas como Moria Casán y Carmen Barbieri?
– Ese es un humor agresivo. Quizás por la necesidad de contraste o de parecer importantes es que se manejan con un humor fuerte y efectista, apelando a recursos bastante gruesos, que entra en los posibles colores del humor, aunque a mí no me guste.

– Abajo de las tablas, existe el mito de que cómico no es cómico
– Para ser sano, el humorista tiene que separar el personaje de su vida, si no no termina bien. El humorista también tiene sus aburrimientos, sus enojos, sus amarguras y cansancios. Lo que pasa es que cuando la gente nos ve serios, como cualquier persona, no se desprenden de lo que mostramos en el escenario, por eso yo trato de cuidar esa imagen en la calle.

– ¿Dónde nacen los cuentos?
– De la observación, a mí me encanta estar sentado en la mesa de un bar y ver la gente pasar, ver sus actitudes, sus gestos, sus movimientos; ¡es increíble lo que uno puede descubrir! Es el mecanismo fundamental de todo artista.

– ¿Qué es el humor?
– El humor antídoto contra el miedo porque es una expresión, una respuesta a una realidad que abruma, asusta y entristece…