Poco más de un año pasó desde que actuó en el Auditorio Juan Victoria, que volverá a recibirlo, Pedro Aznar regresa con un nuevo espectáculo con el que a fin de año sumará más de 100 presentaciones en todo el país. Veinte de ellas fueron sólo en la Patagonia, justamente desde donde el músico accedió a contestar la entrevista con DIARIO DE CUYO únicamente por correo electrónico debido a su apretada agenda de presentaciones. El experimentado músico evaluó que ‘fue un año muy bueno, muy intenso’ por el buen recibimiento de Mil noches y un instante, el show que presentó en el Gran Rex en junio, que grabó en CD y DVD y que mostrará en su paso por la provincia el sábado (ver aparte). Aznar, dedicado también a la vitivinicultura, ya que ahora es socio de la bodega Abremundos y a organizar una muestra de fotografías suyas, le pone pocas fichas a un reencuentro con David Lebón y Charly García que signifique el regreso de Serú Girán, al menos por una sola vez.

¿A qué hace referencia el título del espectáculo Mil noches y un instante?

-A las incontables noches de gira por el mundo, los escenarios, los hoteles, las caras, los aplausos, y, en medio de eso, el instante mágico que enamora, que atrapa: cuando una canción le habla directo al corazón, en un momento de revelación.

¿Qué tuvo en cuenta para la selección de las canciones que integran el espectáculo?

-Es un repaso por mi discografía, especialmente la de los últimos años: Quebrado, A solas con el mundo, Ahora, y Puentes Amarillos-Aznar celebra la música de Spinetta.

También presento música nueva, y hago dos segmentos dedicados a la música que me impulsó a ser músico: nuestro folclore y la obra de Los Beatles.

-¿Cuál es ese ‘instante’ que para elegís destacar en su carrera o tu vida personal?

– La grabación de una orquesta de 22 músicos para mi disco Ahora, en los míticos estudios Abbey Road de Londres, dirigida por mí mismo.

¿Cómo define su música hoy? ¿Qué temáticas lo inspiran?

-Mi música transita la fusión del rock con la música de raíz latinoamericana. Las temáticas son las que mueven a toda la poesía: el amor, la muerte, el olvido, el sentido de vivir y los desafíos que enfrenta el mundo en estos tiempos.

¿Qué lo motivó a homenajear a Luis Alberto Spinetta, con Puentes Amarillos? ¿Siente su ausencia en la música argentina?

-Fue una convocatoria del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, y me sentí muy honrado de que me eligieran. El concierto fue muy emocionante: más de 50.000 personas, un abrazo multitudinario a un creador único, irremplazable.

¿Haría un tributo a Gustavo Cerati?

-En Mil noches y un instante incluyo ‘Lisa’, una canción que Gustavo nos mostró a Charly y a mí cuando íbamos a hacer un disco los tres, a principios de los ’90.

En 2010 decía -en una entrevista con este diario- que ‘no sería utópico" pensar en el regreso de Serú Girán. ¿Qué piensa hoy de eso?

-Es difícil coordinar para que vuelva Serú, las agendas de los tres; tendríamos que dejar nuestras carreras durante por lo menos un año para poder encarar un proyecto de esa envergadura.

¿Qué lo llevó a aceptar ser parte de la campaña del Vino Argentino, cuando no es habitual verlo en una publicidad?

-Mi involucramiento en el mundo del vino fue decisivo. Tuve el gusto de conocer personalmente a muchos enólogos y gente de la industria, y noté una camaradería muy linda en todos ellos. Escuché decir muchas veces "si al vino argentino le va bien, nos va bien a todos". Esa conciencia de ser parte de una comunidad donde los conocimientos se comparten para beneficio del grupo no es frecuente en nuestro país, y a mí me resultó conmovedora. Ser parte de la publicidad me pareció una manera de honrar y agradecer a esta noble industria.