Pocos saben que Darío Barassi (el apellido paterno es Pacheco, pero artísticamente adoptó el materno) nació hace 26 años en San Juan y recién en el 2002 partió para Buenos Aires a estudiar abogacía y seguir con sus clases de teatro. Hoy, ya recibido -con medalla de honor- y con un cargo en la asesoría legal del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, este sanjuanino avanza en su carrera mediática con AM, el programa matutino que conducen Verónica Lozano y Leo Montero, en donde comenzó como notero, ahora tiene su espacio en piso y hasta es el protagonista de una columna en la que intenta aprender a cocinar con un famoso. DIARIO DE CUYO habló en exclusiva con el joven multifunción, quien hace poco incursionó también en radio, y que utiliza sus dotes actorales para darle ese toque especial a sus móviles y entrevistas, que le permitieron ganarse al ambiente artístico.
-¿Cómo fue que de estudiar teatro en San Juan, partiste rumbo a Buenos Aires a seguir la carrera de Derecho y terminaste en la televisión como notero?
-Llegué a la Capital hace 8 años para estudiar Derecho, hice la carrera sin dificultades porque me resulta fácil estudiar e inmediatamente empecé a trabajar en un estudio jurídico, y las tardes y noches las dedicaba al teatro. Mi hermano mayor es abogado, mi viejo lo era, por lo que crecí mamando esa cosa jurídica, y a la vez siempre tomé clases de teatro, primero en San Juan, donde hice una obra "Modelos de madre para recortar y armar", en la que el profesor me dio el protagónico, que era una mujer, y yo me dije "mmm por acá va la cosa"; entonces los orales en la universidad para mí eran un acting, creo que me ponían buenas notas más por lo bien que actuaba que por el contenido y me gusta también escribir, soy muy poético al hacer una demanda y a veces me bardean por eso (risas). Y a principios del 2009 me presenté a un casting para notero en televisión, y sin esperarlo, quedé seleccionado.
-¿Ya habías probado presentarte para trabajar en la pantalla chica?
– Me acerqué primero a la publicidad y ganaba plata mientras seguía la carrera, y a través de un contacto me avisaron que estaban buscando noteros para AM, yo estaba en pleno bajón porque me había recibido y no sabía que hacer, y nunca me había presentado en un trabajo para la tele; al casting llegué sin esperanzas quizás por el prejuicio de la exigencia estética de la televisión, aunque yo me amo, me pidieron que hiciera un copete, ni sabía qué era eso y me reía en cámara, hablaba súper rápido como ahora, y eso les gustó, fue y es mi primera experiencia.
-¿Te insertaste fácil en el ambiente televisivo?
-Me corrigen mucho, me decían "gordo calmate, vas a mil", a veces me llaman amigas de mi mamá de San Juan y me dicen "te vemos en al tele pero no te entendemos nada", y trato de hablar más lento, pero a la vez valoran el enganche que tuve de entrada con los entrevistados, me costó porque estás muy expuesto frente a las cámaras, pero no me inhibía, me indicaron que era un programa de mañana y que hiciera humor sin ser agresivo, busco la complicidad en lugar de ir la choque… en la tele no hago un personaje, tal vez me potencio; así, las notas de color empezaron a estar buenas, con un rol más actoral y en diciembre me propusieron estar en el vivo y comentar las notas, era más laburo pero también crecimiento y sumaba, y ahora hasta cocino en un segmento con los famosos, no tengo idea de cómo cocinar y me divierto.
-¿Cómo te recibió el equipo de AM y cuál es la relación que tenés con los movileros de otros programas?
-El grupo es muy destacable, tenía la idea de que el ambiente televisivo era complicado, y lo es, es competitivo, pero particularmente en AM todos son muy macanudos, unidos, hay como una amistad permanente, Leo y Verónica son fantásticos, sencillos, generosos, me dan pie para hacer algo teatral, improvisar, opinar, y eso es la posibilidad que tengo para crecer. Con respecto a los noteros de otros programas costó muchísimo entrar porque no conocía los códigos, entonces en las primeras notas no respetaba esa línea de jerarquía que existe y me mandaba y me querían matar, me hice enemigo de todos. Después nos fuimos conociendo y una vez que entré al círculo fue todo diferente, colaboramos mutuamente, la reman cuando necesito algo, compartimos información, en la medida que podemos nos damos una mano.
-¿Tenés tiempo libre con tres trabajos?
-Casi nada, sólo para almorzar y cenar, y rápido, trabajo toda la semana porque ahora también hago radio los domingos, estoy con Andrea Campbell en la Pop 101.5, así que, comienzo temprano en AM, luego hago mi trabajo como asesor de Legales del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, hay días que estoy 7 horas como otros que estoy 10, y más tarde me organizo en función de los eventos que tengo que cubrir, esto último parece relajante pero hay que estar y sacarle algo a los famosos…
-¿Cómo te ves en el futuro?
-El gran pendiente que tengo es el teatro, es el único lugar donde siento que ahí tengo que estar, igual soy de los que cree que podés hacer muchas cosas en la vida porque te sirve y todo va por un objetivo final; me encanta actuar, cantar, disfrazarme, lo hago en mi casa solo y si tuviera una cámara las 24 horas sería muy gracioso
-Usás tu perfil actoral ante las cámaras ¿tuviste o tenés ofertas para el teatro porteño?
-Sí, sí, sí (risas), te tiran proyectos, hay que tener como un sensor, con Carmen Barbieri pegué buena onda y estamos ahí charlando, hay varios que me dijeron, pero bueno, veremos, aún no hay nada definido, me gustaría pero soy prudente.
-¿Por qué Barassi y no Pacheco, tu apellido paterno?
-Ahhh, eso tiene que ver con mis inicios, como el estudio jurídico de mi familia tenía ese apellido, no daba que lo usara, ¿te imaginás un abogado que a la vez le hace notas a las botineras?, por eso opté por el de mi madre y así logré separar un trabajo de otro.

