Lo primero que viene a la cabeza al decir "romántico" en el arte es lo imaginativo por sobre la razón y un paisaje montañoso o de mares lejanos. En música se podría agregar una subordinación de la forma al tema. Desde C.M. Von Weber (1786-1826) los alemanes gustan de los temas fantásticos con hadas, duendes. H. Marschner (1755-1861) escribe su ópera "Der Vampyr". Robert Schumann (1810-1856) es 100% romántico. Sus "Piezas nocturnas Op 23" datan de 1839, un año intenso y sufrido. En ese año había fallecido su hermano Eduard. Se inicia con un "Cortejo fúnebre" en donde las primeras 8 notas marcan cierta incertidumbre porque recién después se llega a la tonalidad mayor y más "segura". Llegó también a ser muy romántico el tema de "autómatas"(La Olimpia de "Los Cuentos de Hoffman" de Offenbach). Así en la "Extraña sociedad" el ritmo con cambios modales sugeriría esto. En ese mismo año había escrito: "Bufonada de Carnaval en Viena" y así el "Festín nocturno" guarda cierta semejanza y por último el "Canto de ronda con voces solistas", donde la melodía es como un consuelo a la Marcha Fúnebre inicial. Franz Lizt (1811-1886) es un "romántico nacionalista" que quiere manifestar sus raíces húngaras. En 1849 compone sus "Funérailles" como una elegía a tres amigos fallecidos en el sangriento levantamiento húngaro de 1848. Además en octubre de ese año 1849 fallece Chopin y se ha visto una referencia a una Polonesa como una dedicación a su colega polaco.
Su "Ballade Nº2" fue compuesta 4 años más tarde y es una obra en un movimiento (¡Les Luthiers acotaría que "ese movimiento es casi permanente!"). En Lizt se llama programática. Hay dos opiniones acerca de qué obra la inspiró: Una sería el mito griego de Hero y Leandro; un amor imposible que termina con el ahogamiento de Leandro y el suicidio de la sacerdotisa Hero. El sonido evoca la tempestuosa tormenta. Pero prefiero la otra versión, mucho más "romántica" basada en la novela "Gótica" del poeta alemán Gottfried August Burger (17437-1794). Una joven (Lenore) aguarda el regreso de su amado Guillermo y angustiada, reniega de Dios. A medianoche, un hombre se presenta y ofrece llevarla en su cabalgadura. Ambos galopan hacia el cementerio y allí se da cuenta que estuvo cabalgando con un espíritu. Algunas frases de la obra de Burger han quedado como clásicos de las obras de vampiros: Por ej. "Deja a los muertos en paz" o "Los muertos cabalgan rápido" (Bram Stoker: "Drácula"). ¡Es mucho más romántico que el clasicismo de la mitología griega!
Isaac Albéniz (1860-1909) era otro niño prodigio: a los 4 años tocó una fantasía sobre Verdi en Barcelona. De vida aventurera viajó mucho y no deja de ser notable que sus óperas estén en inglés y que la obra de este jueves esté titulada en francés. Pero así como Chopin era muy polaco habitando en Francia, Albéniz era muy español. Sus "Chants d’Espagne" son 5 piezas escritas entre 1891 y 1899: Preludio, ritmo marcado que imita a la guitarra o baile flamenco. Oriental, cortísimo adagio seguido por un allegretto inspirado en cantos andaluces. Termina con un "piano-pianissimo" y acorde "fortissimo". Bajo la palmera: allegretto ma non troppo, sugiere el movimiento de las hojas de la palmera, y el andante se hace más triste. Córdoba: Albéniz era catalán pero amaba la ciudad andaluza y no es improbable que honrara a San Isaac de Córdoba cuyo nombre de bautismo llevaba. Hay campanas y una marcha litúrgica. Seguidillas: basada en ritmo flamenco, son 7 versos.
Sugiero que posiblemente José Padilla se haya inspirado aquí para su tema "Cómpreme Ud. Señorita, que no vale más que un real" (de "La Violetera"). Si el romanticismo buscaba mayor libertad de imaginación, el clasicismo de Mozart permitía en la forma sonata de la época usar una mayor "astucia" y libertad, modulación y contraste de ideas. Por eso aunque su "Fantasía K 475" data de mayo de 1785, la editó conjuntamente con su "Sonata K 457" compuesta en octubre de 1784 para ser ejecutadas juntas, tal como lo hizo Elena Bashkirova. La sonata ha sido referida como "beethoveniana", escrita en Do Menor como la "Sonata Nº 8 Patética" de Beethoven. Ambos 2º movimientos son adagio y es imposible no advertir el sonido tan semejante de la "Patética" con la de Mozart.
Por último, ante la visita de tan excelente pianista, me es imposible no imaginar artísticamente la relación entre ella y Daniel Baremboin sin evocar la que habría entre Schumann y Clara Wieck. ¡Qué suerte para nosotros que haya matrimonios "musicales" y de semejante nivel! Y como regalo "prenavideño" nos regaló el vals perteneciente a "Las estaciones Op. 37" de Tchaikowsky, correspondiente a diciembre y titulado "Weihnachtszeit" (Tiempo de Navidad). Con buena memoria del Mozarteum recuerdo que otra pianista rusa, Julia Bochovskaia, nos lo tocó completo en agosto del 2006.

